Jujuy: Ledesma sigue despidiendo obreros

Escribe Iñaki Aldasoro

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La empresa Ledesma, en su sector azucarero, ha decidido un nuevo tendal de despidos a sus obreros. Esta vez son 70 telegramas de despidos que llegaron la semana pasada, que se suman a los 165 despidos que realizó la empresa en febrero de este año. En el interregno, también se despidió personal jerárquico de la empresa. El emporio azucarero argumenta, para avanzar con los despidos, el escenario “complejo” de la actual situación económica y que estos despidos no representan el 5% de la planta total de trabajadores de la firma.

Veamos las inconsistencias de la patronal: en primer lugar, es mentira que la empresa esté pasando por una situación compleja; es más, el propio balance de la empresa dice que el año pasado tuvieron una nueva ganancia récord de 39.160 millones de pesos limpios para la empresa, mientras que en 2023 fue de más de 51 mil millones de pesos (ledesma.com.ar); la segunda falacia es decir que los despidos no representan el 5% de la planta de trabajadores, ya que los despidos se realizaron en el sector azucarero del emporio mientras que toma como base de empleados a todos los trabajadores de la firma (citrícola, papelera, estación de gas, etc). Ledesma es un emporio que se construyó sobre la industria azucarera. Hoy se ha diversificado y produce no solo azúcar, sino también alcohol, bioetanol, papel, citrus y todos sus derivados (aceites, jugos concentrados, esencias, etc) más una planta de gas propia. La patronal, que avanza con los despidos, anuncia nuevas inversiones para el complejo industrial, lo que demuestra nuevamente que no pasa por un problema económico ni coyuntural ni a la largo plazo.

El objetivo de la empresa es claro: busca reducir la planta de obreros del ingenio pero también ‘renovar’ a los obreros, despidiendo a los viejos activistas que protagonizaron grandes luchas contra la patronal en el pasado por obreros sin experiencia de lucha y posiblemente bajo un convenio mas precario por el avance de la reforma laboral. Queda más que claro que la patronal se ampara también en el propio gobierno nacional y en el provincial, que han actuado todo este tiempo a favor de la ella, dictando conciliaciones obligatorias sobre ataques consumados y después aportando una fuerte presencia policial para intimidar a los obreros.

Frente a esta nueva tanda de despidos se realizó una asamblea general donde se definió un corte de ruta 34 altura del Puente San Lorenzo (límite norte de la ciudad de Libertador Gral San Martin-Ledesma) para el viernes, con una volanteada del gremio. Durante la asamblea, recibió varias criticas la comisión directiva y específicamente su Secretario General, Lezano, a quien también le mocionaron su destitución frente a todos estos atropellelos, aunque finalmente no se puso ese punto a votación.

El corte de ruta finalmente fue simbólico por una descomunal presencia de efectivos policiales para garantizar la libre circulación. Lo que llevó a los obreros y organizaciones que se acercaron a solidarizarse y poder hacer una agitación y repartir volantes a los conductores. Aunque limitada, esta medida de fuerza fue un salto con relación a febrero, donde el gremio dispuso una olla popular.

Los intentos de reunir a la FAR (Federación Azucarera Regional Salta y Jujuy) para enfrentar los despidos y ataques de manera conjunta (el ingenio El Tabacal de Salta también despidió obreros en febrero) han terminado en un estrepitoso fracaso, con varias de las directivas buscando algún salvavidas en diferentes facciones de la CTA, a las que pertenecen los gremios azucareros de Salta-Jujuy.

El gremio, dirigido por la Lista Naranaja que asumió hace unos meses, ha sido puesta en cuestionamiento por los propios obreros azucareros sobre el manejo del gremio y para enfrentar los ataques de la patronal. En febrero, la empresa dispuso 165 despidos en la previa a la discusión paritaria para 2025. La directiva del gremio aceptó la conciliación obligatoria con los despidos consumados antes de convocar una asamblea. En dicha asamblea, el propio secretario general informó que habían llegado a un acuerdo con la patronal y el Estado donde la primera se comprometía a respetar a los trabajadores bajo convenio luego de los despidos. Los despidos de febrero han servido para golpear al colectivo obrero de cara a las paritarias, que terminaron cerrando muy por debajo del costo de la canasta familiar, para la categoría más baja sin antigüedad, que apenas llega a los $800 mil pesos. Tres meses más tarde, la empresa avanzó con nuevos despidos.

Ledesma se vale del cuadro político general para avanzar en una reestructuración de la empresa y aplicar un golpe a los obreros. Se vale de las Ley Bases, acompañada no sólo por libertarios sino por todos los partidos patronales, especialmente el PJ y los radicales. Tampoco puede pasar por alto el aprovechamiento que hace la patronal de que los libertarios hayan ganado las elecciones en el municipio de Libertador, donde se encuentra el ingenio y todo el complejo. Ledesma se ampara en esta derechización electoral circunstancial para volcar un golpe sobre los trabajadores. Sin ir mas lejos, el gerente de la clínica donde los obreros se atienden es un libertario que responde al diputado Manuel Quintar, cómplice del recorte de prestaciones que ya se ha cobrado una vida por falta de entrega de medicación.

Frente a este escenario donde la patronal busca refugio en los resultados electorales y sus consecuencias políticas, hay que responder con una mayor unidad obrera que busque rechazar estos ataques. Lo que no se puede coordinar desde arriba se deberá coordinar indefectiblemente desde abajo, a través de reuniones de delegados, asambleas y pliegos de reclamos por sector.

Por el rechazo de todos los despidos. En Ledesma no sobra nadie. Por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Por la defensa del convenio azucarero.

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