Escribe Sergio Yeti
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El principal organismo de ciencia del país se encuentra en una crisis severa debido a la política de asfixia y vaciamiento que viene llevando adelante el gobierno de Milei, al punto de que pone en riesgo su propia existencia. Ante esta situación, la respuesta gremial ha tenido algunas expresiones en ferias de ciencias, marchas educativas, concentraciones en el Polo e incluso la toma de uno de sus pisos. Sin embargo, la discontinuidad de las acciones, la falta de una perspectiva y de un plan de lucha han permitido al Gobierno avanzar en su embestida contra la ciencia y la tecnología. La retención de fondos internacionales para financiamiento de proyectos, el cierre de ingresos, la falta de promoción vertical en todos los escalafones, salarios atrasados con respecto a la inflación, despidos, son algunos de los golpes que ha recibido el organismo. El presidente del CONICET, Daniel Salomone, ha expresado públicamente que los jóvenes tienen que irse al extranjero para formarse o buscar refugio en el sector privado, reafirmando la política de liquidación del organismo.
El directorio del CONICET ha sido al menos cómplice con esta política y con los últimos nombramientos en su interior se espera que se transforme en un directorio completamente adicto a las políticas no sólo de vaciamiento y privatización, si no también de persecución política.
Ante esta situación, el RAICyT (Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología) ha convocado a una movilización al Polo Científico para el miércoles 28 de mayo con la consigna "Paremos el cientificidio, nadie se salva solo". Los reclamos son por el financiamiento, los ingresos a carrera y la actualización salarial.
Por otro lado, ATE CONICET se ha sumado a la convocatoria y organizó una asamblea para ir detrás del RAICyT, sin plan de acción de continuidad y relegando las propuestas que allí se volcaron a consideración del propio RAICyT.
La iniciativa del miércoles promete movilizar una cantidad significativa de científicos, técnicos y administrativos. El camino de las autoridades del RAICyT es análogo al que quieren imponer los rectores del CIN a la lucha universitaria: un toma y daca con el gobierno, una desmoralización y acciones a cuentagotas que no lleve la lucha a un desborde que ponga en jaque a su conducción y, por lo tanto, su rol en la mesa de negociación.
El desafío que tenemos por delante quienes trabajamos en el CONICET es similar al que recorre al conjunto de los lugares de trabajo, desde las universidades y los trabajadores de las industrias de Tierra del Fuego, hasta los choferes de colectivo y los docentes bonaerenses: avanzar en la organización independiente para articular un plan de lucha y trazar un rumbo a seguir para arrancarle al gobierno nuestros reclamos, con asambleas, autoconvocatorias y medidas de acción directa. Aprovechemos la instancia del 28 para impulsar cortes, radios abiertas y asambleas que levanten todos nuestros reclamos y resuelvan un plan de acción.
El gobierno de Milei busca destruir el CONICET Acerca de la RESOL-2025-77 de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Por Sergio Yeti, 07/05/2025.