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Cada miércoles los jubilados nos encontramos con vallas que pretenden impedir nuestro justo reclamo. Pero en estas últimas semanas, los límites para acceder al Anexo de Diputados han sido corridos y tienen la intención de impedir la ronda y el semaforazo. Ya no son las vallas alrededor de la vereda del Congreso: se sitúan cortando la Av. Callao desviando el tránsito que viene de Rivadavia. Esto desmiente que el propósito del ´protocolo antipiquete´ fuese aliviar a los automovilistas: cuando se trata de acallar un reclamo popular, este gobierno enemigo de la libertad no tiene prurito en obstaculizar el tránsito y multiplicar los perjuicios, además de mantener a los jubilados en la indigencia.
A la cada vez mayor restricción del espacio le suman un mayor número de fuerzas de seguridad -Policía Federal y Aeroportuaria, Gendarmería, Prefectura- que actúan con gran violencia, practicando cada miércoles una cacería de jubilados, periodistas y fotorreporteros sobre la Plaza Congreso.
La feroz represión que han desatado estos últimos miércoles con la intención de dispersar la protesta evidencia el alcance de un reclamo que va creciendo en participación de jubilados, jóvenes, trabajadores despedidos y desocupados junto con el apoyo de los automovilistas y transeúntes.
A esta altura nadie duda que el protocolo Bullrich no tiene como propósito “despejar la calle” sino atacar y dispersar la protesta a como sea, deteniendo, cazando e hiriendo a quien se manifieste. Así hoy volvieron con los palos, gases y atropellos lastimando a jubilados y periodistas, entre estos a Antonio Becerra de Tiempo Argentino, quien fuera amenazado por Santiago Caputo.
Las motos policiales, siempre fieles a su pretendida intimidación, aparecen en escena buscando amedrentar al finalizar la actividad y ya no producen el efecto que esperan.
Sin embargo, y aunque hubo represión exacerbada estos dos últimos miércoles, no pudieron impedir la ronda ni los semaforazos. Los jubilados, en diferentes grupos, junto con organizaciones que acompañaron, conseguimos burlar las barreras humanas de las fuerzas represivas, ocupando las calles aledañas al Congreso por largo rato.
No ganamos la guerra, pero sí la calle. Avancemos resistiendo los embates de quienes a la razón contraponen la sinrazón de la violencia liberticida.
Por un haber mínimo igual al 82% móvil de la canasta familiar hoy en $ 2.500.000.
Aumento de emergencia de $ 900.000 a todos los jubilados
Por la restitución de medicamentos sin cargo.
Jubilación automática a todos en edad jubilatoria.
PAMI y ANSES dirigidos por jubilados y trabajadores.
Abajo la brutal represión.
¡Nos vemos como todos los miércoles a las 15 hs. en Congreso, sigamos resistiendo el atropello al derecho a la protesta!
El gobierno escala la represión contra los jubilados Por Charly Petrillo – Jubilados Clasistas, 23/05/2025.