Escribe Pablo Busch
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La temporada de pesca de langostino en aguas nacionales está próxima a no realizarse. El Consejo Federal Pesquero convocó a los barcos a sumarse al inicio de la prospección -un análisis del estado del langostino previo a la pesca- pero los dueños de los barcos organizaron un lockout y no se anotaron para participar. Reclaman una reducción del 30 % del premio de producción vigente de los marineros, componente principal del salario. Ante la crisis abierta y la posibilidad cierta de que, por primera vez, no se lleve adelante la temporada de langostino, el Consejo Federal Pesquero propuso una prospección segmentada en zonas para que pueda hacerse con menos barcos.
El fin de semana los trabajadores, apenas se enteraron de la suspensión de la prospección, se autoconvocaron para movilizar frente a los accesos del puerto, en Puerto Madryn. Las movilizaciones se replicaron también en Mar del Plata y otras ciudades pesqueras. Los trabajadores de la pesca están desde septiembre sin trabajar. En el piquete el SOMU anunció reuniones con el gobernador Ignacio Torres y autoridades nacionales. El 29 de mayo, el dirigente del SOMU de Puerto Madryn anunció “la solución del conflicto” y que los barcos iniciarían la prospección: fue desmentido por el SOMU nacional a las pocas horas.
Entre los trabajadores circula una carta que dice: “Nosotros cobramos por producción. Si no metemos producción, no ganamos nada. El pescado que llevamos a tierra sale listo para exportar, con calidad asegurada y congelado a bordo gracias a nuestra labor”.
“Hoy nos quieren bajar del Convenio Colectivo de Trabajo un 30 % de la producción. Mientras tanto, seguimos dejando todo: pasamos días lejos de nuestras familias y de nuestros hogares, soportamos frío, humedad constante, temporales… Y lo más duro: nos vamos a navegar sin saber si vamos a volver a ver a nuestros seres queridos. Siempre salimos con la fe intacta, pero no olvidamos que ha habido barcos que nunca regresaron”.
“En navegación trabajamos 12 horas por día, y muchos compañeros incluso más: hasta 15 o 17 horas, de lunes a lunes. No tenemos feriados, francos ni vacaciones en el barco. Solo nos sostiene la ilusión de completar el viaje con la mejor actitud y el deseo profundo de volver a abrazar a los nuestros”.
“La materia prima que llevamos es de primera calidad, congelada a bordo con mano de obra calificada, lista para exportar. Somos uno de los eslabones más importantes del mercado nacional, y no vamos a permitir que nos arrebaten lo que tanto esfuerzo nos cuesta”.
“Seguimos firmes en la lucha.”
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