CONICET: una colateral de La Libertad Avanza plantea una reestructuración privatista para liquidar el sistema científico público

Escribe Sergio Yeti

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El gobierno de Milei, a través de una colateral, la Fundación Libertad y Progreso, ha hecho circular sus “propuestas” para reestructurar en plan privatista y de liquidación el CONICET. La fundación, que dice no tener filiación partidaria, está dirigida por Alberto Benegas Lynch, padre de “Bertie”, el diputado de LLA del mismo apellido; Alejandro Fargosi, empleado de Patricia Bullrich; Carlos Francisco Cáceres Contreras, exministro del dictador Pinochet; y la excanciller de la LLA, Diana Mondino, entre otros.

El escrito que está circulando por los grupos de WhatsApp sale a la luz el mismo día que los trabajadores de Ciencia y Tecnología se movilizaban en todo el país. El ´paper´ intenta justificar el desfinanciamiento estatal, señalando, por ejemplo, una tabla comparativa entre los aportes que el sector privado y estatal hacen en distintos países. No señala, sin embargo, que el porcentaje del PBI que se destina en Argentina a la ciencia está en su punto histórico más bajo, 0,153% del PBI, y se encuentra entre los más bajos del mundo. Los autores pretenden demostrar que el sistema científico argentino es poco ´productivo´, utilizando para ello, como único índice, la creación de patentes por cantidad de investigadores. Lo que no señalan es que los trabajadores de CONICET tienen una de las mayores producciones de artículos científicos a nivel mundial y se han alzado, incluso en este último año, con importantísimos premios internacionales, encontrándose la institución entre los 20 mejores institutos de ciencia gubernamentales del mundo.

Para este grupo de liberticidas la ciencia tiene que pasar enteramente a manos del capital privado y de esa forma atendería las necesidades de la comunidad. Por el contrario, el capital privado en la Argentina y en todo el mundo, está yendo a un proceso de destrucción del proceso productivo, volcándose en masa a la especulación financiera. En este contexto, ¿qué empresas o capitales vendrán a fomentar “investigaciones de interés comunitario”?

Los ridículos encubiertos de LLA pretenden eliminar el área de Ciencias Sociales, amparándose en la ignorancia, ya que las investigaciones sociales son fundamentales e incluso, la mayor parte de las veces, son las más retributivas hacia la sociedad al analizar las problemáticas y fenómenos que atraviesan la vida de los trabajadores.

Esta banda de malhechores, que roba y disfruta golpeando cada miércoles a los mismos jubilados que matan de hambre, miente y actúa contra los trabajadores de ciencia. Confunden valores de salarios y becas, cuando la mayoría de los trabajadores e investigadores del CONICET se encuentran por debajo de la línea de pobreza.

Como corolario, los libertarios de esta “usina de ideas” proponen destruir la carrera de Científico y de Personal de Apoyo, los dos cargos que tienen cierta estabilidad laboral. La nueva forma ´moderna´ de investigar en Argentina sería sin salarios ni personal de apoyo: se compondría sólo de científicos que deberán buscar financiamiento exclusivamente para sus proyectos, mientras se rebuscan un salario por su cuenta. Un descabellado plan de privatización total. El ´plan´ iniciaría con la eliminación de cargos jerárquicos, mientras busca copar el gabinete del CONICET con representantes de las mineras, pesqueras, petroleras y otras ramas de la industria.

El paquete de reformas que propone esta “fundación” está siendo discutido. Hay dudas incluso sobre la veracidad de los datos que expone. Lo cierto es que propone llevar a fondo el desguace del CONICET para satisfacer a especuladores nacionales e internacionales y privatizar completamente la investigación científica argentina.

El desarrollo de los estudios y avances científicos y tecnológicos se encuentran atados a la lógica del capital, donde publicar en las revistas que valoriza el propio organismo se encuentra en muchos casos por encima de los 2 mil dólares y las posibilidades de conseguir financiamiento se encuentran atadas a la lógica de reproducir el capital y a una transferencia inmediata para el lucro del privado. Esto explica la presencia en el directorio CONICET de representantes de la Sociedad Rural y la Unión Industrial. Propugnamos un directorio electo democráticamente por los trabajadores del propio organismo, que esos cargos sean revocables y que los representantes externos en el directorio sean pertenecientes a la clase obrera, con representantes de los lugares de trabajo y de las barriadas y pueblos, para confluir las necesidades de la clase con el avance científico.

Hoy la ciencia, se encuentra al servicio del lucro del capital o al menos atado su desarrollo a esa lógica. Que los acontecimientos venideros pugnen por una ciencia al servicio de la clase obrera y emancipada de la debacle capitalista y la explotación.

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