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En un cuadro social agravado, el gobierno antiobrero de Javier Milei se pavonea de una “baja inflación” y de controlar el déficit fiscal. Y de haber logrado un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional bajo el compromiso de un mayor ajuste en salarios, jubilaciones y nuevos recortes en la asistencia social para pagar los intereses de la deuda. Mientras tanto, en los barrios la situación de las familias trabajadoras desmiente la propaganda oficial. El consumo en los hogares está por el piso, aumentan el precio de los alimentos, los servicios mensualmente (luz, agua, gas, transporte) y los alquileres, mientras los ingresos, salarios, jubilaciones y programas sociales se mantienen con un cepo del 1 % permitido en paritarias, si es que tienen algún aumento.
A los comedores y merenderos no les restituyeron los alimentos confiscados criminalmente por el Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello. Los planes sociales siguen congelados desde diciembre de 2023, mientras en los lugares de trabajo todos los días se conocen nuevos despidos y suspensiones. Cae a niveles históricos el trabajo bajo convenio. Los vecinos y compañeros que changueaban en una extrema precariedad se acercan denunciando que cuesta cada vez más conseguir un rebusque.
Las compañeras que vendían en ferias y los manteros son día a día expulsados brutalmente. Se encuentran con sus mercaderías confiscadas como sucedió con la reciente clausura de La Salada. En otros distritos como en el Once y Flores, la incautación y la acción policial generan una situación similar, impidiendo para miles de precarizados poder sostener la supervivencia del día a día.
Los trabajadores de la salud, el Garrahan, los docentes, los choferes de la UTA, los jubilados, los carreros y feriantes de La Salada se plantaron. Salieron a enfrentar la política de hambre y provocación de Milei, Caputo, Bullrich y el FMI. Sin esperar nada de la CGT traidora, de los sindicatos y partidos comprados por el gobierno liberticida y menos todavía de una oposición que en el Congreso le votò todas las leyes que pidieron las patronales.
En este escenario, un conjunto de organizaciones -la CTA, la UTEP, el Frente de Lucha Piquetero que integra el Polo Obrero oficial y Territorios en Lucha, que agrupa al MST, Libres del Sur y el FPDS- convocan a movilizar el martes 10 de junio por la continuidad del monotributo social, el aumento del salario social complementario, la devolución de los alimentos a los comedores populares y el cese de la persecución a luchadores y migrantes.
La Tendencia del Polo Obrero llama a participar activamente de la jornada.