Paro de pilotos en Aerolíneas

Escribe Juan Ferro

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A partir de las 18 de este martes 10 de junio comenzará un paro de pilotos de Aerolíneas Argentinas convocado por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) en reclamo al Gobierno por “incumplimientos convencionales, retraso en la pauta salarial y ausencia de una estrategia clara y sostenible para el futuro de la compañía”. La medida de fuerza, (extremadamente acotada) hasta las dos de la mañana, es denunciada por el gobierno por la cancelación de 22 vuelos que estaban previstos para partir tanto desde Ezeiza como desde Aeroparque.

La política general del gobierno de Milei es similar a la previa de la privatización de los ferrocarriles. El corazón de esta estrategia es el achique de personal, el achique de destinos y el retaceo criminal de la compra de repuestos y el deterioro del mantenimiento intensivo de los aviones. Aerolíneas, que contaba con el mejor protocolo de mantenimiento del país, está al borde de que en algún momento se produzca una catástrofe. Los pilotos son los más conscientes de esta situación, pues conocen perfectamente el correcto funcionamiento de los aviones y no quieren que se produzca una nueva LAPA.

El paro parcial deviene de ese reclamo central de desinversión, ya que la dirección del gremio en líneas generales sigue dos estrategias: la primera es la aceptación de salarios a la baja, porque vienen de firmar una paritaria en las pautas salariales impuestas por el gobierno; y, en segundo término, la dirección de los gremios aeronáuticos están en la OIT dirigidos por el “máximo“ representante gremial en ese organismo, que es “Batallón 601” Gerardo Martínez. Ahí, junto con este personaje, están reclamando que sea sacada del DNU la navegación aérea como servicio esencial.

Aunque el gobierno denuncia al secretario general Pablo Biro como un agente político del kichnerismo y señala que utiliza los pasajeros como rehenes, el reclamo de seguridad nace como un reclamo al propio Biro, quien nunca lo puso en discusión como parte de la paritaria. La Asociación de Pilotos de Aerolíneas Argentinas (APLA) anunció para el martes 10 de junio un paro desde las 18 hs. hasta las dos del día siguiente. Entre los motivos de la medida de fuerza, el sindicato nombra incumplimientos convencionales, prolongado retraso salarial, falta de plan de desarrollo salarial y fallas técnicas en los aviones producto de la falta de inversión, reducción de los periodos obligatorios de descanso semanal, aumento de las horas máximas de vuelo anuales y las horas máximas de servicio dependiendo de la cantidad de tripulantes. El gobierno está aplicando de hecho la reforma laboral inmensa que afecta no sólo las condiciones laborales de las tripulaciones sino el funcionamiento mismo de los aviones.

Es más necesario que nunca en Aerolíneas una comisión de seguridad elegida en asamblea con veto para parar aquellos aviones que no están en las condiciones óptimas para salir. Es llamativo que la dirección de APTA, de los técnicos mecánicos, mire para otro lado en esta medida de fuerza. Un paro de seis horas no va a lograr revertir la situación. El conjunto de los gremios de Aerolíneas deberían estar en estado de asamblea para recuperar sus condiciones laborales y exigir el mantenimiento adecuado, pues estamos al borde de un problema gravísimo que es la posible caída de un avión, de la cual después sólo harán responsables a los trabajadores.

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