La suba del desempleo: el número que desmiente el idílico paraíso de Javier Milei

Escribe Leonardo Perna

Tiempo de lectura: 4 minutos

La semana pasada se publicaron los números de desempleo del primer trimestre del 2025 que fueron del 7,9% en el país y del 9,7% en el Conurbano. Un aumento de 1,5% respecto al 2024 que suma a nivel país un total de 1.800.000 desocupados. Como se vienen señalando en otros informes, desde el comienzo del gobierno liberticida hay un aumento del desempleo y de la precarización laboral registrada por el propio INDEC. Hay que notar que estos índices junto con el índice de pobreza son criticados por no reflejar fielmente la situación socioeconómica de Argentina.

En los 31 conglomerados urbanos donde el INDEC hace un relevamiento especifico los desocupados pasaron de 822.000 en el cuarto trimestre de 2023 a 1.136.000 para final del 2024. La informalidad laboral total es del 42% y dentro de los ocupados asalariados el 36% están en negro, sin aporte jubilatorio, sin convenio, obra social u otros derechos. El cuadro es de un aumento de todos los índices negativos: desempleo, informalidad, cuentapropismo forzoso, precariedad y empobrecimiento laboral.

Cuando se mira el desempleo por edad en los menores de 29 años se dispara al 17% y en las mujeres al 20%. En este segmento aparece fuerte la cuestión de la vivienda, donde cuatro de cada a 10 jóvenes vive con sus padres o abuelos y donde el 50% de estas familias son inquilinas.

Capital y Gran Buenos Aires tiene el récord nacional. Le siguen el Gran Córdoba y la región noreste del país. En Ciudad de Buenos Aires el reporte de su Instituto de Estadística y Censos local indica un aumento también, colocando la desocupación en el 7,8% para los tres primeros meses del 2025.

La Consultora LCG realizo un desgrane que muestra que el 16% de los desocupados son nuevos y el 27% hace tres meses que busca trabajo, evidenciando un “creciente deterioro del mercado de trabajo". El 32% de los desocupados actuales hace un año que busca empleo sin conseguirlo. Al respecto el titular de la Consultora C-P expresó “los datos no son alentadores ya que la creación de empleo registrado está en niveles muy bajos y viene cayendo los últimos meses”. Todos apuntan a la recesión económica como la principal responsable.

De noviembre del 2023 a marzo del 2025 son 200.000 trabajadores registrados menos, en el mismo periodo los monotributistas sumaron 75.000 nuevos inscriptos, en condiciones que los especialistas llaman de fraude laboral. Los sectores que lideran la tabla en el cierre de cuentas sueldo son el Estado y la Construcción.

Los desocupados que tengan la suerte de ser llamados a trabajar, se sumarán a una tropa de 5 millones de empleados en relación de dependencia informales, solo contando en los conglomerados. Se suma a esto el aumento de los monotributistas y factureros en casi dos puntos porcentuales. Estos esquemas de precariedad tienen otro síntoma: el crecimiento de búsquedas laborales dentro de trabajadores ocupados por insatisfacción con su actual empleo (16%).

En encuestas recientes aparecen encabezando las preocupaciones de la población dos cuestiones: el desempleo y el costo de vida. Ambas se triplicaron en su impacto dentro de las listas de mayores preocupaciones de las familias, una influencia vinculada con el aumento de las tarifas de los servicios, el costo de los alquileres y los cierres salariales a la baja.

Liberticidio laboral

La respuesta del gobierno, al ser consultado, fue acelerar la agenda del ‘Consejo de Mayo’. Su mesa junto a gobernadores, empresarios y la CGT que prepara un liberticidio laboral completo, va por la eliminación de los aportes patronales, una nueva reforma laboral y la formación de un negocio a cargo de la burocracia con los fondos de desempleo.

En este sentido, la Comisión Nacional de Valores (CNV) dictó el reglamento para reemplazar las indemnizaciones por despidos, por fondos comunes y fideicomisos financieros. Eso normará que el monto que cobrará el trabajador despedido fluctuará como resultado de inversiones financieras, totalmente por fuera de la responsabilidad del empleador. También hubo entusiasmo por la ola de nuevos monotributistas y se volvió a hablar de la figura del “trabajador con colaboradores” como manera ‘legal’ de evadir las relaciones de dependencia creadas por la masividad de esta figura de contratación.

No desentonaría para nada dentro de estos planteos el lapsus que sufrió el jefe de gabinete Guillermo Francos en su informe en la Cámara de Senadores. Al describir que las medidas impulsadas por el presidente Javier Milei nos guían hacia "un futuro de confianza y pobreza".

Justamente sobre la cuestión de la pobreza, la UCA volvió a poner en discusión los índices publicados por el gobierno, que estarían sobreestimados en un 5%. El Observatorio de la Deuda Social explicó que en el tercer trimestre del 2024 el INDEC modificó su forma de medir ingresos y el IPC dejo de registrar hábitos de consumo. Con lo que la baja de la pobreza al 31,7% anunciada por Capital Humano no sería tal. En lugar de lo dicho por el INDEC y Capital Humano, la UCA ubica que el 47% de la población no llega a fin de mes, ponderando el pago de los servicios respecto al salario como de mayor incidencia que el gasto en bienes y alimentos.

“Las cifras oficiales informadas en materia de ingresos y de pobreza con base en la EPH están siendo raras. Esto ocurre desde el tercer trimestre de 2024” dijo Agustín Salvia director del Observatorio. Seguido agregó “no se está tomando en cuenta el cambio en el sistema de precios". Si se cambiara la manera de medir la inflación “agregaría unos dos puntos”. "Uno no puede estar en contra de que mejoren los índices, pero el INDEC tiene que informar si hubo un cambio metodológico”, cerró.

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