Escribe Pablo Busch
Que un Congreso de Delegados con mandato defina una huelga general.
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La situación del salario de los metalúrgicos es la siguiente: la rama de los siderúrgicos cumple en julio un mes sin aumentos del básico. En la rama principal, la 17, la UOM firmó hace un mes un aumento escalonado para el periodo abril-agosto sin salirse del esquema del Gobierno, pero el Gobierno no lo homologó y las patronales ya anuncian que no lo pagarán. Resumiendo, los siderúrgicos tienen los básicos congelados desde julio de 2024 y los metalúrgicos, desde marzo de este año.
Cinco de las seis cámaras empresariales del sector metalúrgico firmaron un acuerdo que aumenta en abril 3,3 %; en mayo 1,2 %, en junio, 1,1 % y en julio y agosto, 1 %, con 130 mil pesos de suma no remunerativa repartida en cada mes. Aunque sea una miseria, el acuerdo todavía no fue homologado, a pedido del Gobierno de Milei-Caputo, que argumenta que excede el límite del 1 % mensual. Las sumas no remunerativas pueden ser, a gusto de la patronal, ajustadas proporcionalmente ante ausencias injustificadas o jornadas parciales. La Cámara de las Pymes CAMIMA (PyMEs metalúrgicas) rechazó los términos.
Desde la UOM advierten que muchas empresas se resisten a pagar por la falta de homologación y no descartan medidas de fuerza si no hay avances en los próximos días. A esta altura, las amenaza de medidas de fuerza de parte de la UOM no pueden ser tomadas en serio. Desde aquel paro por 72 horas de marzo de 2024, Furlán abandonó cualquier plan de lucha y se plegó al método de la CGT de apagar la conflictividad. El Congreso de Delegados realizado en mayo en Mar del Plata mandató a Furlán a convocar un plan de lucha con paros de 24, 48 y 72 horas que nunca vieron ni verán la luz.
El salario inicial metalúrgico, a todo esto, es de 750 mil pesos, con los aumentos no homologados incluidos. Las patronales han liquidado la paritaria, aún sobre salarios que ya eran bajísimos. Es una hoja de ruta general hacia la negociación de convenios por empresa. En el medio, las empresas, las multinacionales y las nacionales, han dispuesto un sinfín de suspensiones, despidos y Preventivos de Crisis según sus necesidades, acompañadas en todos los casos por las conducciones seccionales de la UOM.
La movilización impulsada contra Sturzenegger por la UOM junto a un sector de la CGT y las CTAs planteaba la defensa de un modelo de producción nacional, es decir que ubica a las empresas nacionales en el campo de las víctimas del modelo económico y no como sus principales beneficiarias. De esa forma busca ubicar a la clase obrera en forma subordinada dentro de un frente dominado por la burguesía nacional. Es una operación que apunta a dejar pasar el ajuste para preparar un apoyo a Kicillof en las elecciones de 2027.
Entregada por la burocracia de Furlán, la defensa del salario metalúrgico debe ser tomada en manos de los trabajadores. Que un congreso de delegados con mandato defina una huelga general por un100 % de aumento salarial; ningún despido ni suspensión; reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; por el pase a planta permanente de todos los trabajadores monotributistas y tercerizados; no a la reforma laboral, por el control obrero de las condiciones de trabajo.