Gran agitación de Política Obrera en Acindar Villa Constitución

Escribe Corresponsal

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El viernes pasado, un grupo de compañeros de Política Obrera agitamos en el cambio de turno en Acindar Villa Constitución, volanteando y colocando decenas de periódicos a trabajadores de la fábrica. Registramos una gran receptividad a nuestra agitación. Hubo varios comentarios favorables a los artículos que venimos publicando y se suscitaron varias charlas, sobre todo, respecto a la situación de incertidumbre en relación a la caída en la producción y la política de suspensiones, retiros voluntarios y posible cierre de sectores que promueve la empresa.

La semana pasada, el secretario general de la UOM Villa Constitución, Pablo González, dijo: “Vamos a tener que discutir más planes en retiro y esperemos no llegar a una situación, como viene planteando la empresa, que es la de despedir compañeros” (Diario Norte, 8/8), reconociendo que la patronal pretende seguir achicando el plantel. Anunció, por ejemplo, que el tren laminador N2 dejaría de operar el 15 de septiembre próximo. Para el jefe de la UOM, a la empresa “le sobran” trabajadores. Detalló: 119 empleados propios y 100 contratistas (ídem). Desde que se inició esta caída en la producción en Villa Constitución, se perdieron más de 350 puestos de trabajo entre retiros voluntarios, vencimiento de contratos y despidos que afectaron a trabajadores propios, tercerizados de UOM, Asimra y UOCRA. Las patronales siguen buscando reducir los actuales puestos para después reemplazarlos con otros en peores condiciones tanto salariales como de estabilidad laboral.

Uno de los compañeros con los que hablamos en la puerta de la fábrica nos transmitió la siguiente impresión: "Las declaraciones de la fábrica con respecto a la falta de producción y sobre la manera de cómo quiere afrontar sus problemas y la caída de producción, redunda en sacar compañeros. No comparto que quiera reducir la plantilla de laburantes ni tampoco las reestructuraciones, como tampoco que nosotros discutamos planes de retiros. Tenía entendido que el acuerdo de suspensión era para evitar esta situación y así evitar despidos. Lo que leí en el diario [antes citado] me sorprendió. Yo estoy convencido de que, como organización gremial, estamos para defender los puestos de trabajo. Ya vendrán tiempos mejores, la fábrica necesitará producir más y es por ello que hoy no debe prescindir de nadie".

Luego de la agitación, se desarrolló una reunión con compañeros invitados especialmente. El debate se abrió sobre la base de algunas preguntas que fueron desarrollando los asistentes: “¿Qué piensan ustedes que va a pasar cuando termine este gobierno?” “¿En qué situación vamos a quedar?” “¿Piensan que el gobierno de Milei va a caer?” “¿Por qué existe la necesidad que tiene la gente de un líder?” “¿Por qué los trabajadores aún siguen siendo peronistas?” El informe político se fue desenvolviendo en base a estas preguntas sobre el derrumbe financiero mundial, la caída de la bolsa, la guerra y nuestra caracterización respecto del golpe de Estado económico de Caputo-Milei, sus límites, las actuales luchas en desarrollo y sus perspectivas. También surgió el debate con relación a las declaraciones del dirigente de la UOM de Villa, respecto de los 300 compañeros pertenecientes a las tercerizados que fueron despedidos y a la ausencia de trabajo. Debatimos con qué programa enfrentar los despidos y la desocupación –reparto de las horas sin afectar el salario y bolsa de trabajo bajo control obrero.

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