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El martes 13, la Cámara de Diputados dio media sanción a la Ley de adhesión al RIGI. En la misma sesión, se aprobó la adhesión al artículo 103 de la ley nacional 27.743, habilitando así el incremento de las regalías mineras del 3 % al 5 % en la provincia para nuevos proyectos. La semana que viene, la Cámara de Senadores hará lo propio y aprobará ambos proyectos. “El RIGI es un tren que pasa una sola vez”, advirtió un senador local.
El anuncio del tratamiento de la adhesión lo hizo Sáenz junto a Caputo en el encuentro con diferentes patronales locales. El reclamo fue la adhesión al RIGI para convertir a Salta en una "tierra de oportunidades" que mejore su “atractivo gracias a su seguridad jurídica”, como resalta un comunicado de la Cámara de la Minería local.
Los voceros de la burguesía minera reclaman “reglas claras y estables” y mayores beneficios fiscales ante el desplome en el precio del litio. La Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta advierte que, con la baja internacional del precio del litio, la capacidad operativa de las empresas se encuentra al 50 %, lo que impacta directamente en las contratistas locales. El responsable de REMSA (Recursos Energéticos y Mineros de Salta), Castillo, dice que la presión tributaria actual es inviable, que es necesaria una liberación del cepo y que, sin esto, la promesa de que en 2025 la minería se convierta en el principal ingreso de la provincia quedaría atrás.
El anuncio de la adhesión al RIGI contentó a las patronales mineras de Posco Argentina, Ganfeng, First Quantum Minerals, Eramet, Rio Tinto y Alpha Lithum/Tecpetrol que anunciaron recurrir a él para las segundas fases de los proyectos vigentes en la provincia. En tanto el régimen aprobado establece para las patronales la disminución del 35 % al 25 % en el impuesto a las ganancias, además de intervenir sobre los derechos de exportación e importación y la libre disponibilidad de divisas para ser giradas al exterior.
La Mesa del Litio define su hoja de ruta
Flavia Royón fue designada como secretaria ejecutiva de la Mesa del Litio, conformada por Gustavo Sáenz, Raúl Jalil (Catamarca) y Carlos Sadir (Jujuy). Su designación fue acompañada con una promesa de 19 mil millones de dólares de inversión en proyectos de cobre y litio y las adhesiones al RIGI de Jujuy y Catamarca.
Royón, embanderada del federalismo saencista, plantea una “línea común” de aportes y regalías mineras en las tres provincias y una “distribución justa” entre Nación y provincia de los derechos, por ejemplo, de exportación, que oscilan entre el 4,5 % y el 8% del precio de facturación, porque “no reflejan adecuadamente el valor real en boca de mina”.
Royón, además, como vocera de las patronales mineras propone la adecuación de la actual Ley de Inversiones Mineras a la demanda del mercado. Es decir, levantar la carga impositiva por medio de que el cálculo de regalías sea proporcional al margen de ganancia: “Cuando el negocio va bien (…), las regalías pueden ser mayores, y cuando los precios son menores, las regalías bajan”. El reclamo es la competitividad frente a Chile y Perú. Según indican la presión fiscal no puede superar el 38 %, vigente en estos países.
¿Una tierra de oportunidades para quién?
A pesar de las promesas oficiales de las nuevas inversiones con el RIGI que sacarán a Salta de la pobreza, la realidad es otra. Salta es una “tierra de oportunidades” y un paraíso para los capitalistas. Así las patronales celebraron la aprobación de la Ley Bases, en tanto consagra la garantía de mayores tasas de explotación y precarización de la fuerza de trabajo local. Las recientes luchas obreras en las minas contra las violaciones a convenios colectivos de las contratistas y tercerizadas, así como los 140 despidos en Puna Mining son un reflejo claro de esta situación.
Ante el antagonismo social e histórico de nuestras necesidades y reivindicaciones en choque con los intereses capitalistas que defienden los Sáenz y Milei, se impone la necesidad de abrir un camino político propio.
