El cierre del conflicto en Linde-Praxair tras 99 días de lucha

El 15 de marzo, mediante un comunicado, la comisión interna informó que “después de 99 días de lucha, las y los trabajadores de Linde Praxair Pacheco llegamos a un acuerdo con la patronal logrando la reincorporación de cinco de los 10 trabajadores despedidos el 5 de diciembre de 2024.”

Los despidos en Linde-Praxair tuvieron el objetivo de desarmar una organización sindical de base con casi 20 años de experiencia en la zona norte del Gran Buenos Aires. La ofensiva patronal tuvo una respuesta por parte de los trabajadores acorde a su tradición: asambleas, paros y solidaridad obrera de organizaciones sociales políticas y sindicales de la Zona Norte. Los puntos más altos en la lucha de los trabajadores fueron los paros realizados en diciembre por 24 hs. y en febrero por 96 hs. en las cinco plantas del grupo; también el piquete y la movilización en Panamericana y 197 del 10 de febrero que desafío el protocolo de Bullrich.

Si la lucha de los trabajadores de Linde-Praxair no resultó en la reincorporación de todos los trabajadores despedidos, lo que hubiera significado una derrota total de la patronal, fue por el esfuerzo sistemático de la burocracia sindical del Sindicato Químico de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores (SPIQyP) para que esto no ocurra. Desde el comienzo del conflicto se colocó como agente de la patronal.

Los propios trabajadores lo resumen de esta manera en el comunicado “Lamentablemente en estos 99 días las y los trabajadores de Linde Praxair además de luchar contra la patronal tuvimos que lidiar con el Sindicato de Químicos y Petroquímicos de CABA y Zonas Adyacentes que nunca comprendió la importancia de la lucha y en lugar de ayudar a preparar las medidas de fuerza en enero firmó un preacuerdo con la patronal en la Secretaría de Trabajo de la Nación sin consultar a los trabajadores que al enterarnos lo rechazamos unánimemente por asamblea, se encargó permanentemente de llenar de dudas a los compañeros de las sucursales y del resto del gremio planteando que en Pacheco “son todos zurdos”, que “lo único que quieren es más plata”, que “quieren armar un sindicato de bases” y que “buscan puestos en las listas de Kicillof”. La burocracia envió a un directivo a las sucursales para plantear a los trabajadores que si paraban el paro podía ser declarado ilegal y que los iban a echar a todos con causa, o que por desabastecer de gases a YPF podía corresponderles una causa penal y que por teléfono, hizo levantar en las sucursales un paro histórico de cuatro días cuando la patronal estaba sintiendo el rigor de un paro en todas las plantas.”

Lo que dejó de manifiesto la lucha de los trabajadores de Linde-Praxair es que las condiciones para la reincorporación de todos los trabajadores estaban al alcance de la mano en el pico del conflicto, cuando luego de los cinco días de paro en las plantas del grupo, la patronal salió de su postura intransigente y pidió al sindicato una reunión con la condición de levantar la huelga, a lo que la burocracia se aprestó de inmediato.

Las cinco reincorporaciones tienen el valor de haber desnudado los objetivos patronales de desarmar la organización de los trabajadores, más aún en un contexto político desfavorable signado por la colaboración de la CGT con el gobierno liberticida.

Es muy valioso el aporte a la experiencia del papel jugado por la burocracia sindical, también del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, que garantizó que las reincorporaciones no incluyan a los activistas históricos y más reconocidos de la planta. “En las ultimas audiencias, fue el mismo Reboredo (delegado del Ministerio de Trabajo de Kicillof) quien cambió de discurso y les dijo a los trabajadores y al sindicato: <El ministerio hasta acá los va a acompañar>, lo que significaba que solo respaldarían las cinco reincorporaciones que finalmente se concretaron" (gestiónsindical.com 18/3).