Santa Fe: la Constituyente reaccionaria “ordena” a municipios y comunas de acuerdo a los dictados de Milei y el FMI

Las elecciones a concejal que se vienen en Santa Fe serán simultáneas a una reforma constitucional. Aunque parecen dos comicios separados, la constituyente tendrá serias consecuencias para la vida de los municipios y su población trabajadora.

Uno de los puntos de la reforma constitucional planteada por Pullaro es la “modificación del régimen de autonomía municipal”, esto es, la organización de los actuales municipios y comunas de la provincias.

En las apreciaciones políticas de los propagandistas de la Constituyente, se alude a la “correspondencia fiscal” y a la “autonomía en la gestión de los recursos” . Aunque esto se asocia a un progreso político, el sentido de esta autonomía es el de todas las descentralizaciones que han llevado adelante los gobiernos capitalistas en las últimas décadas en Argentina: desentender a la provincia o a la Nación del financiamiento de los municipios y comunas, empujándolos a sostenerse en base a tarifazos e impuestazos a sus vecinos. Es la política del FMI, que reserva los fondos presupuestarios al pago de la deuda pública.

La “autonomía” que se propugna no se dirige a habilitar a los municipios a gravar al gran capital radicado en sus jurisdicciones, porque los impuestos sobre el capital o los beneficios están fuera de su alcance. Sólo se refiere a la posibilidad de ampliar el peso de tasas o contribuciones que, por su propia naturaleza, afectan a inquilinos o propietarios de vivienda única. Esta es, por otra parte, la orientación que ha primado en las últimos años, en Capitán Bermúdez y en todos los municipios del cordón. Esta imposición creciente ha corrido de la mano de la mayor precarización laboral entre los trabajadores municipales. Es una inestabilidad que viene acompañada de la miseria salarial; la incertidumbre en el trabajo; a su turno, se corresponde con la ausencia de un plan sistemático de obra pública, de urbanización de los barrios y extensión de la salud pública.

La inseguridad ciudadana se agrava por la indefensión de la población ante el narcotráfico; la depredación ambiental y los siniestros no previstos.

Esta falsa “autonomía” municipal acentuará la escisión entre municipios con grandes recursos y otros desfinanciados. Pero a su vez, y al interior de cada municipio o comuna, reforzará la tendencia a convertir a la caja municipal en un coto cerrado de los contratistas privados o el gran capital radicado en el Cordón. Ni qué decir que en Capitán Bermudez, castigada por el cierre de fábricas y el abandono ambiental, esa “autonomía” es una sentencia de defunción.

El Concejo, caja de registro de los intereses capitalistas

Esta cuestión es crucial a la hora de considerar la elección municipal. El actual Concejo se caracteriza por el monopolio de los partidos capitalistas. Es cómplice de la gestión del ejecutivo municipal, abanderado del trabajo precario y flexibilizado. La ausencia de obras públicas importantes se hace visibles en cada tormenta y en las reacciones de la naturaleza frente al cambio climático. Las últimas inundaciones sacaron a la luz la ausencia de un plan de vivienda y las acuciantes condiciones de vida de cientos de familias de barrios periféricos. Frente al incendio del terreno de la ex Petroquimica, donde existe un pasivo ambiental de enormes proporciones, el gobierno de la ciudad culpó a los habitantes del barrio El Espillino. La orientación política del ejecutivo es premiar a las patronales y a las grandes inmobiliarias y permitir el avance del narcotrafico. Para que esta política avance, es necesario contar con socios y aliados. El Concejo deliberante es el principal aliado político del gobierno de Cinalli. Los bloques que dirigen y se dirimen la ciudad son los responsables políticos de esta catástrofe social y ambiental. Ambos tienen vasos comunicantes con la estructura del narcotrafico que asola las barriadas populares y han convertido al cordón Industrial en un territorio de disputa del fabuloso negocio de la droga.

Nuestro planteo en Bermúdez y el Concejo

Las elecciones municipales y constituyentes tendrán lugar en un escenario de agresión general contra el salario, las jubilaciones y la condición de vida de la clase obrera. En Santa Fe, Pullaro se ha cargado al hombro el programa reaccionario de Milei. El ataque a las jubilaciones y el derecho al trabajo son moneda corriente, y está en la política de todos los partidos capitalistas, llámense libertarios o nacionales y populares. La degradación del municipio, los impuestazos y despidos son la expresión de esa escalada en Capitán Bermudez y en el Cordón. En esos términos, nuestra postulación se propone reforzar la lucha y la agitación política por un programa de la clase obrera y una movilización política para imponerlo. Luchamos por una reorganización urbana que coloque las tierras ociosas a disposición de un plan de viviendas y obras públicas, a cargo de la provincia y del gran capital radicado en el municipio; por su ejecución bajo control de trabajadores y vecinos electos.

Por un plan de saneamiento ambiental de los suelos contaminados durante décadas, a cargo del gran capital que lo depredó.

Por el empadronamiento de los trabajadores desocupados para llevar adelante esas tareas. Por la estabilidad y el pase a planta de los trabajadores contratados, según la antigüedad; por un gran plan de formación laboral y profesional para capacitar a todos los trabajadores en función de las tareas planteadas.

Por la expansión e integración de las salas de Salud, con profesionales y técnicos, en coordinación con el Hospital Regional. Atención inmediata del segundo nivel médico para los más de cuatro mil jubilados de nuestra ciudad.

Abajo los impuestazos a la población trabajadora. Por un fondo de recursos para todos los municipios del cordón en base a un impuesto extraordinario a las grandes exportadoras y aceiteras de la región.

En primer lugar, nuestra postulación al Concejo hará de la breve campaña electoral una tribuna de lucha y organización para derrotar al gobierno liberticida y sus cómplices, y por la organización política de la clase obrera en una partido propio, socialista e internacionalista.