Escribe Olga Cristóbal
Estuvo secuestrado y desaparecido durante 24 horas.
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El director de cine palestino Hamdan Ballal, uno de los cuatro ganadores de un Oscar por el largometraje documental “No Other Land”, fue malherido el lunes 24 por colonos israelíes que irrumpieron en su casa en Cisjordania. Más tarde, el ejército israelí lo sacó por la fuerza de la ambulancia que lo llevaba con una herida en el estómago y otra en el cráneo.
Casi 24 horas después, el codirector israelí de la película, Yuval Abraham, informó que “después de estar esposado toda la noche y haber sido golpeado en una base militar, Hamdan Ballal es libre y está a punto de volver a su casa con su familia".
Basal Adra, también codirector palestino film, dijo que Hamdan se encuentra en un hospital en Hebrón, en Cisjordania.
El cineasta fue uno de los tres palestinos detenidos en el pueblo de Susiya, según la abogada Lea Tsemel. Si bien la policía dijo extraoficialmente que estaban retenidos en una base militar -invariablemente los palestinos son detenidos en bases militares- los abogados no pudieron comunicarse en ningún momento con ellos.
Basel Adra, otro de los directores palestinos, presenció la detención de su compañero. Dijo que alrededor de dos docenas de colonos -algunos enmascarados, otros armados y otros con uniforme israelí- atacaron la aldea. Cuando llegó el ejército, los soldados apuntaron con sus armas a los palestinos, mientras los colonos seguían lanzando piedras.
“Volvimos de los Oscar y desde entonces nos atacan todos los días”, dijo Adra a The Associated Press. “Puede que sea su venganza por haber hecho la película. Es como un castigo”.
Adra dijo que los colonos entraron en el pueblo el lunes por la noche, poco después de que los residentes rompieran el ayuno diario por el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Un grupo de alrededor de 20 colonos enmascarados con piedras y palos también agredió a activistas del Centro para la No Violencia Judía, rompiendo las ventanillas de sus coches y rajando los neumáticos para hacerlos huir de la zona, dijo a la AP uno de los activistas que se encontraba en el lugar, Josh Kimelman.
Un vídeo proporcionado por el Centro para la No Violencia Judía mostraba a un colono enmascarado empujando y golpeando con los puños a dos activistas en un campo polvoriento por la noche. Los activistas corren de vuelta a su coche mientras se oyen las piedras golpeando el vehículo.
Otro colono, que según Adra ataca frecuentemente al pueblo, se acercó a la casa de Ballal con los militares, y los soldados dispararon al aire. La esposa de Ballal oyó como golpeaban a su marido y lo escuchó gritar “me muero”.
Adra vio que los soldados llevaban a Ballal, sangrando, esposado y con los ojos vendados, desde la ambulancia hasta un vehículo militar. En declaraciones telefónicas a AP, dijo que la sangre de Ballal todavía estaba salpicada en el suelo frente a la puerta de su casa. No fue una simple emboscada, sino un ataque bien orquestado: los hombres llegaron armados con piedras, cuchillos y toda la furia para destrozar lo que se les pusiera en el camino, como vehículos y cámaras de seguridad.
Hamdam estuvo esposado durante horas, tirado en el piso, con frío y sin recibir atención médica. Durante toda la noche los soldados lo golpearon, lo maltrataron y lo mantuvieron en pésimas condiciones. Según su abogado, Hamdan y sus compañeros fueron tratados como animales, sin siquiera darles algo para comer o beber.
El ejército israelí dijo que había detenido a tres palestinos sospechosos de arrojar piedras a las fuerzas y a un civil israelí involucrado en un “enfrentamiento violento” entre israelíes y palestinos, versión desmentida por todos los testigos, que incluyen a cuatro judíos norteamericanos que visitaban la aldea.
El ejército dijo que los había trasladado a la policía israelí para interrogarlos y que había evacuado a un ciudadano israelí de la zona para que recibiera tratamiento médico.
«No Other Land», que ganó el Oscar este año al mejor documental, narra la lucha de los residentes de la zona de Masafer Yatta para evitar que el ejército israelí derribe sus aldeas. Ballal y Adra, ambos de Masafer Yatta, realizaron la coproducción palestino-israelí con los directores israelíes Yuval Abraham y Rachel Szor.
La película ha ganado una serie de premios internacionales, empezando por el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2024. Israel y Estados Unidos han vetado su distribución en el circuito comercial.
La película cuenta la resistencia de los residentes de Masafer Yatta, en el sur de Cisjordania, después que el ejército israelí se apropió de un tercio de su territorio en la década de 1980 y ordenó la expulsión de los residentes. Aunque muchos permanecen en el lugar, los soldados regularmente demuelen las casas y los tanques de agua y queman sus olivares.
No Other Land abarca cinco años de grabaciones (2019-2023) en el hogar del periodista palestino Basel Adra, la aldea de Al Tuwani en Masafer Yatta en las que muestran las demoliciones de viviendas, escuelas, pozos de agua y carreteras por parte del Ejército israelí.
La Corte Internacional de Justicia determinó el año pasado que la ocupación israelí de Cisjordania es ilegal y apeló a Israel a desalojar a los colonos -que superan en número los 700 000-, eliminar los asentamientos y retirar el muro que rodea a este territorio palestino.
En los últimos dos meses el gobierno de Netanyahu declaró a Cisjordania como uno de sus frentes bélicos, expulsó cerca de 40.000 palestinos, invadió parte del territorio y lo colocó bajo control militar.