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La huelga del 28 de abril contra la reforma fiscal pergeñada entre el FMI y Duque, es la huelga más larga en la historia del país. La enorme rebelión popular, después de tirar abajo la reforma fiscal, acaba de hacerlo con la de salud, que fue rechazada ayer en el Parlamento.
Las movilizaciones no pararon, recibieron más apoyo y se ampliaron, a pesar de una represióm de características militares. El fracaso de la represión ha llevado a una discusión generalizada acerca del ‘camino chileno’, en referencia a los acuerdos entre el gobierno de derecha y la oposición de centroizquierda para contener la rebelión popular, incluida una Asamblea Constituyente. Es lo que procuran lograr el CNP y la oposición centroizquierdista. En esa sintonía, el partido liberal de Gaviria propuso un cambio de gabinete, con el pretexto de “rodear su figura institucional” (de Duque) (lasillavacia, 20/5). Diógenes Orjuela (CUT), aseguró que aunque el gobierno esté "lanzando petardos" a la instalación de la mesa de diálogo, "asistiremos a cuanta reunión haya que ir porque la única salida a la situación es hablar y negociar" (p12).
Este miércoles, tras 22 días de paro ininterrumpido, los manifestantes celebraron el retiro en el Congreso del criticado proyecto de reforma de la salud, una de las principales exigencias del Comité. Se trataba de una reforma que permitía a los grandes monopolios farmacéuticos y sanitarios recibir subsidios estatales. Los manifestantes piden la renuncia de funcionarios del gobierno, en especial del ministro de Defensa, Diego Molano, el jefe del Ejército, de la policía, y del defensor del pueblo, Carlos Camargo. Las protestas arrancaron la renuncia del jefe de policía de Cali, tras las masacres perpetradas allí por la fuerza pública, como así la de la canciller Blum, reemplazada por la Vicepresidenta. El Comité del Paro ha convocado nuevas movilizaciones para este 26 y 28 de mayo.
Duque ha establecido diferentes mesas locales, llamados “Encuentros para Avanzar en lo Fundamental”, “Pacto Colombia con las Juventudes” y las mesas con el CNP (lasillavacía, 20/5). Se reunió con gobernadores y alcaldes, para “descentralizar” las negociaciones con las organizaciones en lucha y desbloquear las rutas. Sin embargo, se encontró con la intransigencia de los jóvenes que resisten todos los días en las calles, y de los campesinos e indígenas que combaten la aspersión de glifosato. Las rutas al puerto de Buenaventura, uno de los principales del país, siguen bloqueadas.
En dos días, Duque inició cinco programas: vivienda, subsidio al primer empleo, créditos agropecuarios, educación superior gratuita para estratos 1, 2 y 3 (más pobres), y la elección de consejos municipales de juventud. “Llevamos 37 mesas con más de 1.100 jóvenes en 24 departamentos”, dice. “Duque le apuesta a decir que logró una concertación amplia, pero es poco probable que la estrategia sea suficiente” (ídem). “En el Catatumbo, organizaciones campesinas tienen bloqueadas las vías de acceso a Norte de Santander en protesta por la posibilidad de que reinicien la aspersión con glifosato. En Anorí, Antioquia, los campesinos mineros y cocaleros tienen esa misma consigna y la implementación del Acuerdo de La Habana. La Minga del Cauca también tiene la misma bandera. Y el panorama es igual de incierto con los jóvenes” (ídem).