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El pasado martes 13, mientras Argentina sumaba 100.000 muertos por Covid e ingresaba en una ´tercera ola´, los trabajadores de la salud de la Ciudad de Buenos Aires realizamos un paro de 24 horas. Contó con adhesión de casi la totalidad de los hospitales, en mucho de los cuales sólo funcionaron guardias. El reclamo de mayor importancia giró en torno a la reapertura de las paritarias y la defensa de las licencias de descanso.
El paro, con un alto grado de acatamiento, fue convocado entre gallos y medianoche vía mail por la conducción de la Asociación de Médicos Municipales (AMM), producto del reclamo de un conjunto de asambleas de seccionales médicas disidentes. El paro no tuvo convocatoria a asambleas ni a ningún tipo de acción, sino que apuntó a descomprimir el enorme malestar de las bases de los trabajadores. Federación de Profesionales y Asociación de Psicólogos, que adhirieron a la medida, lo hicieron con el mismo carácter que le imprimió AMM.
El malestar en el personal de salud crece. El cierre de concurrencias fue un factor que puso en alerta a residentes y personal de planta, que serán los que tendrán una sobrecarga de tareas en la atención de pacientes, bajo la presión de una demanda cada vez mayor. Por otro lado, en Enfermería, uno de los sectores más golpeados en la pandemia, han renunciado cerca de 1.000 y más de 200 han muerto. Enfermeros y enfermeras, además, vienen luchando por su reconocimiento como profesionales. Por último, la cancelación de las licencias sumado a un salario devaluado, rebalsaron el vaso.
Algunos sectores de los hospitales Gutiérrez, Piñero, Sardá y CeSac 18 se plantearon darle un carácter activo a la jornada y coordinaron una movilización a la jefatura de gobierno. Se sumaron delegaciones de la asamblea de residentes y concurrentes, Asociación de Profesionales de Servicio Social, Asociación de Profesionales de Antropología, Comunicación Sociología y Afines, Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano (AGIHM) y Asociación de Licenciados en Enfermería.
Al finalizar la movilización, se realizó una radio abierta de la que participaron activistas de los diferentes sindicatos. Los oradores hablaron de la necesidad de la coordinación de las luchas y del reclamo salarial de un aumento del 50% en una sola cuota. Sin embargo, lo que podría haber sido un punto de partida para preparar una próxima acción coordinada se encontró con un límite: la radio abierta no tuvo un carácter resolutivo, es decir que no se votó nada.
Desde Tribuna de Salud (Tendencia) propusimos que la radio abierta se transformara en asamblea para votar una fecha en la semana de asambleas por hospitales y una asamblea abierta la semana que viene, apuntada a lograr la coordinación de las luchas del sector público, como así también a los compañeros del sector privado que vienen reclamando, en todos los establecimientos, un plan de lucha a la burocracia de la Sanidad, en el cuadro de la negociación paritaria.
Se están desarrollando diferentes luchas en el país del personal de salud, pero de modo fragmentado, a pesar de que se trata de reivindicaciones que unen al conjunto del movimiento. El momento para empezar a construir una verdadera coordinación de las luchas es ahora, para ello es necesario que se convoquen asambleas en todos los hospitales. Los trabajadores de la salud se encuentran en un proceso deliberativo que hay que canalizar en asambleas y en un plan de lucha.
La unión de la lucha en privados y públicos es necesaria porque los salarios de miseria son para todo el personal, sin distinción de gremio. El gobierno paga millones al FMI, mientras el personal de salud muere por sus condiciones laborales. El reclamo del 50% en una cuota debe estar atado a la lucha por un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar que hoy ronda los 140 mil pesos.
Para lograr la coordinación no basta con contemplarla o invocarla solamente de palabra, sino que hay que llevarla a la acción. Defendamos nuestro salario golpeando con un solo puño. Por una coordinadora nacional de la salud.
