Tiempo de lectura: 3 minutos
Esta semana visitó Chile el opositor venezolano Leopoldo López, del partido Voluntad Popular de Guaidó. Se reunió con el oficialismo y la oposición, dejando a su paso una serie de conflictos internos al interior de las coaliciones chilenas. López inauguró su gira con una visita a la Convención Constituyente, donde un grupo de manifestantes trató de impedir el ingreso del venezolano golpeándolo y lanzándole huevos. López fue recibido luego por la coalición oficialista Chile Podemos+ para hablar sobre ‘democracia y el futuro de Chile y el continente’.
Al finalizar su encuentro, dió una conferencia de prensa para asimilar la Constituyente chilena a la de Hugo Chávez en Venezuela, la cual “tuvo tremendas consecuencias: fue el comienzo del fin de la democracia (...) La Convención (chilena) va a depender mucho de quién gane las elecciones”.
La presidenta de la Convención, la mapuche Elisa Loncón, pidió que no se instrumentalice la visita del venezolano para atacar a la institución.
Durante la tarde, Leopoldo López se reunió con Kast y otros militantes del Partido Republicano. Lo primero que señaló Kast a la prensa luego de su encuentro, es que “Leopoldo viene de ese futuro al cual nosotros no queremos ir como chilenos. Ese es un futuro de dictadura, de represión y nosotros queremos un futuro de libertad”. López por su parte, indicó que “Boric tiene mucha cercanía con el proyecto continental que representa Maduro”, en referencia a la alianza de Boric con el Partido Comunista.
Pero López llamó a Kast a retirar de su programa electoral la construcción de una zanja en la frontera norte de Chile para evitar la inmigración ilegal, dirigida contra los migrantes venezolanos. Entre dos fascistas emergen las contradicciones ‘nacionales’. Antes de la primera vuelta presidencial, una multitud de militantes y simpatizantes del Partido Republicano golpearon a familias inmigrantes venezolanas y les quemaron sus pertenencias en la ciudad de Iquique. López también recordó que ‘Venezuela le prestó refugio a los chilenos que huyeron de la dictadura de Pinochet’. El apoyo de López al pinochetista Kast, resultó fatal.
De otro lado de la carrera presidencial, Boric tardó casi 48 horas para referirse a la llegada de López. Señaló que López estaba en su derecho de expresar sus opiniones, pero que él defiende la Convención, y criticó la injerencia de la derecha extranjera: Recordó que el gobierno de Piñera inventó que la rebelión popular de octubre de 2019 fue ideada por activistas venezolanos simpatizantes de Maduro en Chile, y advirtió que ahora “es la ultraderecha la que trae activistas venezolanos para tratar de favorecer (sic) su candidatura”. Boric también bajó de categoría su alianza con el PC y la cercanía con Maduro: “Venezuela no es un ejemplo de país a seguir”. Por su parte el Partido Comunista chileno criticó desde su portal la llegada de López y señaló que el gobierno de Maduro fue reconocido por la ONU.
Pedro Ramírez, quien fue embajador de Chile en Venezuela durante el gobierno de Michelle Bachelet, y ex ministro de Minería de la Democracia Cristiana (DC) durante el gobierno de Salvador Allende, envió una carta a Leopoldo López en la que señala que “Maduro, como usted sabe, se trata de un dictador, corrupto y que ha empobrecido a los venezolanos”, y que en cambio “Gabriel Boric se trata de un hombre de profundas convicciones democráticas”.
Ricardo Lagos del Partido Socialista también se reunió con Leopoldo López. Lagos había pedido la libertad del venezolano durante su detención en Venezuela, y celebró que Sebastian Piñera le diera refugio en la embajada de Chile. Antes de su visita a Chile, López participó de las campaña de Keiko Fujimori en Perú; realizó campaña por la libertad de la golpista Jeanine Añez en Bolivia; y ha mantenido reuniones con el presidente colombiano Iván Duque. La coalición opositora a Maduro, en Venezuela, ha pedido el alejamiento de Juan Guaidó, un discípulo de López, designado ‘presidente’ por Trump. La operación rescate de Guaidó es un completo ‘fake’.
Piñera participará esta semana en la Cumbre de la Democracia convocada por Biden, para armar un frente internacional contra China y Rusia, y a los países que denuncia como sus vasallos, Cuba, Venezuela y Nicaragua. La gira de López debe ser entendida en este marco. Los miramientos de Boric con Leopoldo López advierten, sin embargo, que seguirá, si es electo, el camino de quien se convertiría en su predecesor.
