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Ante la crisis de incendios más grande desde el 2020 en Campana, oposición y oficialismo muestran su connivencia con el negociado inmobiliario, industrial y agropecuario.
Durante todo marzo vimos que los incendios fueron denunciados, y muchas veces combatidos, por los mismos vecinos, por la falta de recursos y brigadistas. Es sabido que el municipio terceriza los aviones hidrantes, que se alquilan a precio dólar, en un territorio donde los incendios ya son recurrentes todo el año.
Los incendios vienen de la especulación inmobiliaria, para construir barrios privados o depósitos petroquímicos. Desde el 2019, concejales de Juntos por el Cambio han decidido rezonificar la zona llamada Tajiber -un humedal conocido como “el último pulmón verde de Campana”- que consta de 513 hectáreas con salida al río para poner ahí instalaciones industriales portuarias pertenecientes a la empresa Euroamérica (que ya cuenta con los puertos Maripasa y Euroamérica).
La situación del agua también es comprometida, por el uso masivo de glifosato en toda la zona.
La connivencia entre la oposición, oficialismo y Justicia, demuestran que ningún proyecto de ley, u ordenanza, puede plantear una mejora para nuestras condiciones de vida. Todos juntos están metidos hasta el tuétano en el negociado inmobiliario, agrario e industrial.
Los estudiantes y trabajadores de Campana tenemos que reforzar las asambleas autoconvocadas, y desde ellas pedir un informe donde se abran los libros de cuentas del municipio, saber en que se está gastando la plata y por que no se puede dar recursos a los brigadistas; exigir que se fumigue a un mínimo de 1000 metros de los cuerpos de agua y de personas, y una atención de salud de emergencia para todos los padecimientos causados por los incendios (asma, rinitis, dermatitis atópica, cáncer, etc.).
Preparemos las condiciones para una gran movilización de trabajadores en Campana, que ponga la fiscalización del presupuesto en manos de los trabajadores.
