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Con un fuerte acatamiento del turno noche, los trabajadores de Bridgestone iniciaron el paro por la reincorporación de los últimos despedidos y por condiciones de salubridad dentro de la planta de Lavallol.
La multinacional japonesa inició un ataque furibundo contra los trabajadores una vez conocida la respuesta del Ministerio de Trabajo, que instaba a la empresa a realizar readecuaciones dentro de las instalaciones de la fábrica y a modificar metodologías de trabajo, de manera de mitigar el impacto de la carga térmica a los trabajadores de diferentes sectores de producción.
El gobierno es “partícipe necesario” en el operativo patronal: ha habilitado la importación de neumáticos de manera que el mercado esté abastecido mientras duren las medidas de fuerza.
Luego del anuncio de las medidas de fuerza, la patronal anunció que no pagaría el premio por producción (Iprofesional, 1/5).
El Ministerio de Trabajo deja correr el conflicto, a pesar de haber certificado el carácter insalubre del trabajo en las fábricas del neumático.
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