Escribe Joaquín Antúnez
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El juez federal Gustavo Lleral dictó el sobreseimiento de los cuatro gendarmes involucrados en la causa que investigaba la muerte de Santiago Maldonado, el mismo viernes del comienzo de la veda electoral. Maldonado era un joven artesano de 28 años que estuvo desaparecido el 1 de agosto de 2017 tras la represión a un piquete que realizaban en la Ruta 40 miembros de una comunidad mapuche. Su cuerpo apareció 78 días más tarde, sumergido en el río Chubut.
Con este fallo, todas las causas que existían conectadas al caso han sido cerradas. Las responsabilidades políticas involucran a Patricia Bullrich y Mauricio Macri, en primer lugar.
El fallo del juez Lleral desestima cualquier tipo de responsabilidad sobre los gendarmes, incluso en la limitada carátula de la causa abierta por “abandono de persona”, muy alejada de una desaparición forzada seguida de muerte como varias pruebas y testigos inclinaban en la propia investigación. Para Lleral, “no existe absolutamente, ninguna conducta humana que sea susceptible de constituir un ilícito” (La Nación, 11/08).
La represión y el desalojo comandado por la Gendarmería fue brutal. Pero el juez atribuye la conducta de Maldonado a “la desesperación, la adrenalina y la excitación naturalmente provocadas por la huida” (idem), persiguiendo con ensañamiento a quienes reclamaban por el derecho elemental a una tierra para vivir.
Las pericias realizadas durante todas las causas e investigaciones fueron observadas por sus vicios. La posibilidad de una investigación imparcial e independiente estuvo en duda desde el primer día. El cierre de la causa deja sin efecto la exigencia de la Cámara de Apelaciones para que se realicen una reconstrucción virtual y una pericia tecnológica, demorada casi un año por el juzgado de Rawson.
Lleral llega incluso a acusar a la familia y a los cientos de miles que nos movilizamos exigiendo primero la aparición vida de Santiago y luego, llevar a fondo la investigación sobre su muerte, como “manipulaciones espurias”:
Las razones políticas que envuelven el sobreseimiento de los gendarmes acusados deben buscarse en la postulación de Bullrich, la preferida por Macri. Pero del asesinato de Santiago al de Facundo Molares, ocurrido a escasas horas de este fallo, existe un hilo conductor. La necesidad de dar vía libre a los cuerpos de la represión va de la mano de prohibir el derecho a la huelga, el piquete y la organización obrera.
Justicia por Santiago Maldonado y por todos los asesinados a manos del Estado. Por el juicio y castigo a sus responsables materiales e intelectuales.