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El XXXVI Congreso de SUTEBA que aprobó la memoria y balance y la política gremial para el 2024, realizado en el predio de Tigre, transcurrió en las vísperas de un nuevo gobierno de Javier Milei y del segundo mandato del gobernador Axel Kicillof. El encuentro fue precedido de asambleas distritales que en su enorme mayoría fueron raquíticas. Las bases y el movimiento docente en general hace tiempo que ven al sindicato como una cáscara vacía que está alejado de sus propios intereses
Roberto Baradel (Sec. Gral. de SUTEBA) en su informe inicial ensayó una especie de “autocrítica” para intentar explicar el triunfo de Milei. Días atrás un plenario de Secretarios Generales había llamado a votar por Sergio Massa. Baradel mencionó que el gobierno cometió un error en pagar la deuda que dejó el gobierno de Mauricio Macri y criticó al gobierno por aceptar todos los condicionamientos que el FMI le impuso. Criticó “la foto de Olivos”, cuando la población sufría la pandemia y el gobierno había declarado la cuarentena. Baradel fue cómplice de todas estas trapisondas, y ni siquiera es capaz de señalar los intereses de clase que defendían quienes las cometieron durante estos cuatro años al menos. “Cuando los gobiernos populares no cumplen o no hacen lo que prometen -pontificó- la gente se queda con el original”, sin dejar en claro si estaba ‘justificando’ el triunfo de Milei. Mientras tanto sigue apoyando al gobierno de Kicillof-Insaurralde, con ‘chocolates’ adentro. El gobierno de la Provincia es el patrón real de los docentes bonaerenses. ‘Beto’ reivindicó, naturalmente, haber apoyado la candidatura de Sergio Massa y la política gremial que llevó adelante el sindicato, pero se ‘olvidó’ de sus visitas de cortesía a la embajada de Estados Unidos.
Luego, se despachó contra las huelgas docentes que hubo durante todo el 2023 a las que les achacó que ponían en peligro a la “democracia sindical” porque no fueron convocadas por la dirección del sindicato. Amenazó sin miramientos a que en SUTEBA “se acabó el libre albedrío”. El ataque a los paros que se convocaron desde las 3 seccionales que se convirtieron en paros provinciales fue el principal ataque durante las más de seis horas que duró la reunión. La burocracia justificó los descuentos del gobierno de Kicillof y la colocación de las faltas “injustificadas” que se realizaron para castigar a los huelguistas. A días de la asunción de Javier Milei, la burocracia sindical kirchnerista lejos de preparar una lucha contra los planes privatizadores se ensañó con el 80 % de la docencia bonaerense que paró en defensa de sus salarios y condiciones de trabajo. Se han sumado a la idea de Bullrich de “terminar con los paros docentes”.
Baradel se tomó un espacio en su informe para “felicitar al compañero Pollo Sobrero y a Myriam Bregman” porque llamaron a votar a Massa. De Bregman señaló que su partido “no la dejó decirlo abiertamente”. Para finalizar, Baradel destacó que en la provincia de Buenos Aires tenemos “al mejor gobierno de la historia”. ‘Victoria electoral mata realidades’.
En la política gremial calificó a la Provincia como un “bastión de resistencia” contra Milei. Señaló que se vienen tiempos “difíciles” y “oscuros” pero no se votó ningún plan de acción contra los planes privatizadores de Milei y cía. La dirigencia gremial llamó a prepararse para volver al gobierno…en 2027. La estrategia es, como lo señalaron varios asambleístas, “resistir desde el aula” y dar la “batalla cultural” desde las ideas. La burocracia sindical abona por un abroquelamiento más a fondo con el gobierno de Kicillof y terminar con los paros que se han producido contra su propia voluntad. Para finalizar, Baradel realizó una convocatoria a los sec. grales. de las seccionales opositoras de Marcos Paz, Tigre y Bahía Blanca en pos de la “unidad” para enfrentar a la ultraderecha de Milei. Enrique Gandolfo, de la agrupación Rompiendo Cadenas, que dirige SUTEBA Bahía Blanca, en su intervención respondió de manera afirmativa y hasta esbozó un programa para acordar en común para hacer efectiva la unidad. En el cierre del Congreso, María Laura Torres, Secretaria General Adjunta del SUTEBA, destacó la intervención de Gandolfo y valoró que “haya matices en la oposición” para avanzar en común.
La mayoría de los delegados que intervinieron por las corrientes que integran la lista Multicolor destacaron la necesidad de un “frente único” contra el fascismo, que, por el momento, dijeron, en Argentina no se ha constituido. Propusieron que el congreso se declare en “estado de alerta y movilización” y que el congreso vote “la convocatoria a asambleas extraordinarias para un plan de lucha”. Algo que naturalmente no ocurrió. En la política gremial que defendieron las seccionales de Tigre, Bahía Blanca y Marcos Paz, se señalaba que “El congreso debe debatir colectivamente el camino de la resistencia y de la lucha, partiendo de no retroceder un solo paso en los derechos, conquistas y libertades ganadas en décadas de lucha”. Los trabajadores de la educación han perdido derechos hace décadas: pérdida salarial, incremento de la superexplotación laboral, pisoteo del Estatuto del Docente, implementación de planes precarios educativos (FORTE, FINES), ataque al derecho a huelga, reformas antieducativas que precarizan la formación académica, vaciamiento de la obra social, etc. La propuesta de un frente “único” con la burocracia sindical kirchnerista es ficticia, ya que no se aprobó ningún plan de lucha al cual sumarse. Conformar un frente único con Baradel (y Kicillof) significaría la renuncia a tomar una iniciativa propia y confinarse a la inacción política.
Nuestra agrupación, Tendencia Docente Clasista, defendió en las asambleas ordinarias y en el Congreso de SUTEBA una política propia. La orientación de desarrollar el movimiento huelguístico autoconvocado que ya existe como tendencia entre la docencia, mediante asambleas y plenarios con mandato para que se transforme en una huelga general. Destacamos que los trabajadores de la educación van a la lucha desconociendo a su propia dirección y denunciamos como Kicillof (en acuerdo con SUTEBA) atacó la huelga como “ilegal” y castigó con masivos descuentos a los compañeros. Caracterizamos al nuevo gobierno de Milei como un gobierno débil, sin apoyo parlamentario y que en el peronismo se aprestan a brindarle gobernabilidad. Marcamos que el golpe de estado económico que pretende ejecutar contra el pueblo será respondido con una rebelión popular. Destacamos que la docencia no debe depositar expectativas en la actual dirección sindical que está aliada al gobierno ajustador de Kicillof y que deberá abrirse un camino propio para defender su agenda de reivindicaciones. Denunciamos en las intervenciones la impostura de la dirección de SUTEBA, que promueve un “apoyo solidario a Palestina” cuando militó a un sionista declarado como Sergio Massa.
En el XXXVI Congreso de SUTEBA la burocracia sindical pretendió subordinar a las seccionales opositoras a un frente político común en nombre de enfrentar al “fascismo”, a costa de no entorpecer al gobierno de Axel Kicillof. El objetivo es terminar con el movimiento autoconvocado que se comenzó a gestar en el último período con huelgas masivas.
Asambleas y congreso de SUTEBA: entre la continuidad de Kicillof y la asunción de Milei Por Emiliano Fabris, 21/11/2023.