Tiempo de lectura: 4 minutos
Un artículo publicado en Política Obrera el domingo pasado denuncia que nuestra posición fijada en notas anteriores desconoce la avanzada privatizadora de Macri, con la ayuda de la justicia interventora, en la figura de la hoy apartada jueza Debora Abrevaya. El texto llama a rechazar la presencia y/o el voto a la agrupación “Pasion + Gestión”; o sea, apoyar a la que encabeza Riquelme.
Sin refutar la caracterización que nuestro artículo hace sobre ambas listas, o por lo menos sobre la del oficialismo, es negativo llamar a votar a esta lista conformada por empresarios, funcionarios peronistas y de la burocracia de APUBA. Son enemigos de clase de la clase obrera.
Partir de la base de que la oposición trae bajo el brazo la intromisión de capitales privados del exterior es desconocer por completo el carácter ultracapitalista de la gestión actual del club, al decir “Lo que está pasando es un avance de los grupos que quieren privatizar los clubes, hacerlos Sociedades Anónimas para que sean un negocio para empresas privadas”. ¿Quiere decir que en la actualidad no es un negocio para empresas privadas? El fútbol constituye uno de los mayores negocios capitalistas internacionales. Lo es, y muy rentable. La disputa está en quiénes van a lucrar con el club a partir del cambio de presidente. La disputa por la dirección en el club de fútbol más importante de Argentina es una réplica de la disputa política nacional. Quienes, como Néstor Pitrola, han llamado a votar a Sergio Massa, ahora lo hacen por Juan Román Riquelme. El exjugador ha tomado el desafío en esos términos
Boca tiene un organismo que toma las decisiones más importantes, como las referidas al equipo profesional de fútbol masculino, cuyos integrantes no fueron votados para ese cargo o su designación ni siquiera fue puesta a opinión de los socios, como lo es el Consejo del Fútbol, que tiene potestad de armar los planteles, negociar las compras, ventas y renovaciones de jugadores, contrataciones o despidos de entrenadores, incluso se los hace responsable en varias ocasiones de elegir las formaciones titulares y dar indicaciones puertas adentro de los vestuarios. Ha sido este concejo el que bancó a Sebastián Villa hasta que fue condenado por violencia de género y quedó excluido por el protocolo de género, preestablecido para estos casos. Esto no se entiende de otra manera que la defensa de intereses referidos al valor del jugador, algo netamente comercial. Este organismo responde directamente a Román: cualquier parecido con la gerencia capitalista que colocaría Macri es pura coincidencia.
Las suspensiones de comicios deportivos son frecuentes en las disputas para ganar la dirección de las instituciones. Solo entre el 2022 y 2023 se suspendieron y/o pospusieron elecciones por medidas judiciales en Vélez, San Lorenzo, Independiente, Rosario Central y Unión. Varias de ellas justificadas, por denuncias de irregularidades en el padrón, al igual que pasa hoy en Boca. Lo que hace relevante la situación actual en el club de la Ribera es justamente que la disputa política nacional se traslada a estas elecciones: nosotros hemos marcado los perfilamientos de las agrupaciones con los candidatos de la última elección presidencial y sus partidos. La formación del gabinete de Milei mezcla macristas, massistas, peronistas y kirchneristas. Es una coalición entre el enemigo principal y el enemigo secundario, o entre el peor y los menos malos.
El compañero Julián llama “autoconvocatoria” a una movilización, objetivamente muy concurrida, encabezada por Riquelme, quien también fue el único orador y su intervención cerró la jornada. No se puede desconocer el rechazo masivo de hinchas a la suspensión de las elecciones y el temor a la intervención judicial; la gestión de Ameal-Riquelme arrastra fracasos y escándalos, no es defendida en general por los socios, sino que es colocada adrede como una alternativa ante esta amenaza de apertura a inversionistas. Algo que, para que ocurra, Milei deberá introducir en la ley ómnibus que proyecta enviar al Congreso. Significa la continuidad de los métodos con los que se lucra en la actualidad y el retroceso del socio respecto a las decisiones, por ejemplo, la cuota, que lleva un aumento de casi el 350 % en menos de un año y medio. También implica seguir con la presencia en las tribunas de la primera línea “histórica” de la 12, condenados judicialmente en varias ocasiones relacionadas con la violencia en las canchas, sin que esto quiera decir que un eventual triunfo de la oposición los barrería de La Bombonera.
La anulación de la cláusula que convierte en elitistas a las elecciones debería estar en discusión entre los que defienden la democracia interna del club, ya que actualmente sólo se pueden presentar quienes tienen para poner como garantía bienes, capitales o seguros que cubran el 5 % del patrimonio neto de los activos del club.
La jueza Abrevaya ha aceptado este lunes la recusación de Ameal-Riquelme y se apartó de la causa. Tras el sorteo, la causa quedó en manos de Analia Romero, social Nº 196.379 y habilitada para votar, quien ya se ha excusado por esos motivos. Quien la suceda deberá decidir si rectifica lo hecho por su antecesora, retrotrae la suspensión y abre la posibilidad de que se pueda votar el único domingo disponible de lo que resta del 2023, el 17 de diciembre, si una cláusula del estatuto referida a la modificación de la fecha electoral no lo impide. Es esto o ratificar la medida y patear la disputa para marzo de 2024, luego de la feria judicial. En el medio se producirá la asunción del nuevo gobierno.
El socio de Boca puede elegir la variable que quiera. Nosotros tenemos la tarea de caracterizar las alternativas y alertar que, en ninguno de los casos, está representada la democracia o la recuperación del club para los socios, porque cada uno representa a un sector distinto de especuladores. Defender el derecho a elegir entre estos dos no construye una alternativa clasista.
La lucha contra las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) será un desafío importante para los trabajadores fanáticos del fútbol argentino, una lucha que debería formar parte del conjunto de la lucha de los trabajadores contra el paquete reaccionario de Milei.