Elecciones 2019: resolución política

Escribe Partido Obrero - Tendencia

Frente a las elecciones del FMI, llamamos a votar al FIT-U, por una Asamblea Constituyente Soberana y por un Gobierno de Trabajadores

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A nadie se le escapa que Argentina se ha convertido en una semi-colonia financiera.

Tutela, por medio de la dependencia financiera, el conjunto de la política nacional.

El FMI no solamente ha endeudado a Argentina por más de 60 mil millones de dólares para asegurar el pago de la deuda pública ilegal e usuraria de vencimiento inmediato; también está financiando la fuga de dinero de aquellos que han especulado con la bancarrota del estado nacional. Ha convertido en oficinas propias al Banco Central y al Tesoro.

La deuda pública ha crecido de modo exorbitante - a 400 mil millones de dólares; la clase capitalista succiona el esfuerzo de los trabajadores con métodos parasitarios.

La consecuencia más brutal de todo esto son 15 millones de personas debajo del nivel de pobreza, en gran parte de trabajadores con empleo o con derechos jubilatorios.

El acuerdo firmado con el FMI no se limita a lo económico, es un plan político destinado a asegurar en el tiempo la destrucción de los derechos laborales y sociales, como las llamadas ‘reformas’ de la legislación previsional, laboral e impositiva. Como consecuencia de esto, las elecciones de octubre han quedado sometidas a la supervisión del FMI, que para ello se vale de todos los métodos de extorsión económica.

El FMI vigila cada incidente de la campaña electoral, y la chantajea, a través de los ‘mercados’. A eso responde la oscilación del dólar. Sobre el proceso político en curso pende una espada de Damocles financiera, que es apalancada por los Trump y los Bolsonaro, de un lado, y los Macron y el ‘socialista’ Pablo Iglesias, por el otro.

Todos los partidos y coaliciones en disputa han votado a favor de este acuerdo semicolonial, con excepción de la izquierda. Esta reducción a la servidumbre del régimen político de Argentina cuenta con la complicidad del poder judicial, que incumple la obligación de advertir acerca de la inconstitucionalidad de los poderes extraterritoriales arrebatados por el FMI. El FMI, la central de banqueros internacionales, no ejerce su tutela solamente para rescatar a Macri de la bancarrota política que lo acosa; ha encuadrado, por sobre todo, a los ‘nacionales y populares’ que se esconden en la fórmula F-F. Cristina Fernández recogió esa advertencia cuando decidió ocultarse detrás del ex cavallista Alberto Fernández y juntar en sus listas a TODOS los que co-gobiernan con Macri

  • los legisladores que le votaron 150 leyes, la burocracia sindical saboteando la lucha de los trabajadores, y los gobernadores ¿O el kirchnerismo y el peronismo federal no se han cansado en insistir que cumplirán con el pacto con el FMI? Después de todo, ellos representan, junto con Macri, a las patronales nativas que son acreedoras mayoritarias del estado nacional y que cotizan sus capitales en las bolsas extranjeras - incluida la ‘estatizada’ YPF.

Estos partidos y coaliciones, de uno y otro lado de ‘la grieta’, han repetido, una y otra vez, que cumplirán con los compromisos contraídos con el FMI. Las elecciones no representan sino el propósito de hacer firmar a la ciudadanía un cheque en blanco para seguir el libreto del sometimiento político. Un cheque en blanco contra la clase obrera, y la juventud y la mujer trabajadora. La papeleta electoral es un instrumento insuficiente para destruir el chaleco de fuerza del capital financiero y sus partidos. Es, incluso, por el contrario, una trampa de la llamada democracia contra la clase obrera.

Estas elecciones no ofrecen ninguna salida a los explotados. Esto lo entienden muy bien los capitalistas, que ponen millones de pesos por sus candidatos, y debemos entenderlo mejor aún los trabajadores, rechazando cualquier ilusión en ella. El proceso electoral es un operativo de distracción, para entumecer la lucha cotidiana de los trabajadores. Cada huelga es una protesta contra los punteros electorales, la resuelvan lo mineros de Aguilar, las líneas y talleres del subte, las movilizaciones del Sutna, la ocupación de Canale o Minetti, las huelgas de UTA - y tantos otras luchas.

Sólo podemos romper ese chaleco de fuerzas del FMI y sus secuaces por medio de una acción histórica de la clase obrera. Con esta caracterización política, llamamos a votar al FIT-U, que encabezan Del Caño-Romina del Pla; no en función de una pseudo salida electoral, sino como un pronunciamiento a favor de la organización de una salida política de la clase obrera en lucha.

En función de esto planteamos: Fuera el FMI.

Revocatoria de todos los poderes del Estado por parte de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.

Por un gobierno de trabajadores.

Por la preparación de una huelga general para arrancar las reivindicaciones de los trabajadores, incluido el derecho al aborto.

Por la preparación de ocupaciones de empresas para combatir las cesantías y suspensiones masivas.

Por una acción concertada de los trabajadores de América Latina, contra las injerencias e intervenciones del imperialismo, por la anulación de las deudas externas, por la defensa del derecho de organización independiente de los movimientos populares,por el juicio y castigo a los represores de los gobiernos de derecha y los gobiernos de pseudo izquierda.

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