Ismael Sosa: nueve años de impunidad

Escribe Claudio Etat

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Se cumplen nueve años del asesinato de Ismael Sosa, un joven de 24 años de la localidad bonaerense de Libertad (Merlo). Ismael había ido, como tantas otras veces, a un recital de La Renga, esa vez en Villa Rumipal, provincia de Córdoba, aquel 24 de enero del 2015. Pero nunca pudo llegar allí, ya que -coinciden los testigos- desapareció en el primer control de la policía provincial “que garantizaba la seguridad” del evento.

Ismael estuvo desaparecido dos días y su cuerpo finalmente fue encontrado en Río Tercero. La policía y la Justicia de Córdoba quisieron hacer pasar el asesinato por una muerte accidental, lo que se contradice con los resultados de la autopsia y las declaraciones de los testigos: mientras la primera afirma que el cuerpo estaba todo golpeado y esta fue la causa de la muerte -y no el ahogamiento en el río como sostuvieron las voces oficiales- los testimonios afirman que los efectivos cordobeses golpeaban a Ismael mientras se lo llevaban del control.

Garantes de impunidad

El gobernador provincial de ese entonces, José Manuel de la Sota, mantuvo un silencio atroz sobre el caso, amparando el accionar de las fuerzas represivas, que ejecutan sistemáticamente tratos brutales, desapariciones forzadas y gatillo fácil contra la juventud, tanto a nivel nacional como provincial: Córdoba es la tercera provincia con más asesinatos por parte de las fuerzas represivas.

El empresario José Palazzo era el productor y encargado de la seguridad del recital. La justicia lo citó tres veces a declarar para que aporte datos sobre los efectivos que participaron ese día del recital, pero nunca se presentó.

La lucha continúa

Nancy Sosa, madre de Ismael, viene dando en estos años una batalla incansable para encarcelar a los culpables. Pero no solo lucha por su hijo, sino por todos los pibes y pibas asesinados por el brazo armado del Estado: fue la pionera de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil que lleva nueve años consecutivos.

El festival que se realiza durante todos los eneros en Merlo, donde participan bandas de rock y denuncian el gatillo fácil, sin embargo, no se va realizar. El motivo es que el municipio no garantiza el sonido con la excusa de falta de presupuesto. En un contexto donde el aparato represivo aumenta de manera exponencial y el protocolo represivo de la ministra Bullrich, el pejotista Menéndez (intendente de Merlo) le hace un gran favor al gobierno antiobrero de Milei en no colaborar.

Nancy Sosa asegura que el festival se va realizar a pesar de las piedras en el camino en marzo de este año. Allí estaremos.

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