Andrés Rodríguez pasa la ´motosierra´ en la obra social de los estatales

Escribe Valu Viglieca

Copagos elevados y discriminación entre afiliados de UPCN y ATE.

Tiempo de lectura: 2 minutos

La obra social de los y las trabajadoras estatales, Unión Personal (UP), semanas atrás difundió una prestación diferenciada de salud para los afiliados a Unión Personal de la Salud (UPCN), sindicato dirigido por Andrés Rodríguez. El primer anuncio planteaba la creación de un plan especial “Classic +” para afiliados. A raíz del cambio los no afiliados a UPCN perdían los cuatro sanatorios principales. En el mismo email se adjuntaban 17 páginas de los nuevos copagos que correrían para el conjunto de los usuarios de la Obra Social.

La estrategia de ATE consistió en miles de denuncias y presentaciones individuales denunciando la discriminación y un amparo ante la Justicia. La Justicia frenó la modificación de la cartilla: el mayor argumento era que las modificaciones no habían sido presentadas ante la Superintendencia de Servicios de Salud. Lo que no se planteó en esa estrategia judicial fue la denuncia a los copagos que empezaron a aparecer al punto que un trabajador del Garrahan tuvo que pagar con tarjeta de crédito la atención por guardia de sus hijos.

Como respuesta al amparo UPCN informó que había firmado un convenio con la Obra Social por el cual el sindicato costearía los copagos de sus afiliados. En otro anuncio publicó que el convenio entre UP y UPCN correría desde el momento en que el afiliado a la obra social se afiliara al sindicato.

¿Qué significan los copagos?

En concreto, un trabajador afiliado a ATE o sin afiliación deberá pagar 50 mil pesos un prequirúrgico además de lo que cobren por la cirugía o los días de internación. La atención médica por consultorio o guardia también está arancelada: quien no pueda pagar el copago, no será atendido. El sistema solidario de salud se convierte en una especie de seguro social privativo.

La eliminación de la atención psicológica deja sin cobertura a los titulares y su grupo familiar de la atención del área de salud mental. La eliminación del descuento en medicamentos para algunas enfermedades crónicas, la expulsión de monotributistas. Es un ataque en regla contra los trabajadores estatales al mismo tiempo que firman el congelamiento salarial.

Fue el menemismo quien le cedió el gerenciamiento de la Obra Social (UP) estatal a uno de los sindicatos (UPCN) que desde entonces no para de lucrar con los aportes de las y los estatales. El argumento de la burocracia sindical es que la Obra Social está en crisis y que necesitan financiarla. El sindicato -parte necesaria para los despidos de 60 mil trabajadores, firmante de las paritarias a la baja, del cierre de organismos- acaba de darse cuenta que perdió el aporte de todos esos estatales y que pierde contra la inflación.

Tomar el argumento como válido es desconocer la trayectoria de saqueo que la burocracia hace de las obras sociales, de la estatal y de todas. UP abrió sanatorios que no tienen empleados, pierde médicos de la cartilla permanentemente por los bajos honorarios que retribuye a prestadores y utiliza el sistema solidario como caja de la burocracia.

¿Qué hacemos?

Tenemos que organizarnos en los sectores de trabajo sin distinción de afiliación. Las cautelares y denuncias no pueden ser la estrategia para defender el derecho a la salud de los miles de estatales. Esa herramienta tiene que ser traccionada con la acción directa. La asamblea del Hospital Garrahan convocó una radio abierta en la sede de la Obra Social en la que desde distintos sectores se denunció la implicancia del “convenio UPCN-UP”, se exigió la apertura de los libros que demuestre la crisis que denuncian y la necesidad de un gerenciamiento de la obra social por parte de trabajadores y usuarios.

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