Escribe Leonardo Perna
Tiempo de lectura: 4 minutos
Este 25 de diciembre a pocas horas de la Navidad y a plena luz del día, policías de la Ciudad dispararon a quemarropa sobre Gabriel González de 45 años, un trabajador de la Villa 20, en el barrio de Lugano. En videos tomados por vecinos se puede ver con claridad como la policía, tras exigir que en la vivienda bajaran el volumen de la música, comenzó una fuerte golpiza con bastones sobre varios jóvenes. Abriendo paso a una represión policial sobre la calle Chilavert y sobre la vereda del domicilio de media docena de policías acompañados de patrulleros y camionetas.
Gabriel, en la puerta de su casa, intento proteger a su hijo, sin armas de ningún tipo, descalzo y sin remera, fue golpeado por varios policías a la vez. En ese momento desde un patrullero desciende un oficial que a escasos metros dispara directo a su torso con una escopeta. Gabriel cae muerto instantáneamente. Aún se desconoce la cantidad de disparos realizados por los oficiales y son varios los heridos de bala. Su pareja, Nelly Portillo, fue herida y por la cercanía a los disparos pudo haber muerto. La ambulancia del SAME al llegar al lugar pudo constatar el deceso de Gabriel.
Oscar Villaverde, docente de la Escuela Técnica N° 13, declaró: “Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 24 y 17 años. Refamiliero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”.
Y siguió “En un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropa a mi primo e hirieron de bala a su mujer quien se encuentra detenida en el Hospital Grierson por resistencia a la autoridad; tiene una herida de bala y se encuentra incomunicada”, denunciando una situación de abuso sobre la familia y los primeros movimientos de un encubrimiento policial por parte de la fuerza a cargo del jefe de gobierno, Jorge Macri.
Durante el día de hoy, medios de comunicación dieron la versión que el oficial “solo habría cometido una falta al protocolo” a la hora de disparar, usando balas de goma a una distancia fuera del reglamento. Varios familiares y vecinos fueron detenidos en una investigación que se encuentra a cargo de la Policía Federal y del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°20, que ordenó la realización de una autopsia. También se informó de un proceso de “sumario interno con el objetivo de determinar posibles responsabilidades en el accionar policial” a cargo de la ‘Oficina de Transparencia y Control Externo’ del Ministerio de Seguridad y la ‘Dirección de Asuntos Internos’ de la Policía de la Ciudad.
Al igual que con Pablo Grillo, el fotógrafo gravemente herido en las protestas contra el gobierno de Javier Milei, estos organismos llevaron adelante una cuidadosa campaña de desinformación y de protección sobre los efectivos involucrados en el crimen. Sin embargo, el registro de la violencia desplegada y la indefensión de los vecinos no dan lugar a especulaciones sobre la realidad del hecho. Justamente en el caso de Pablo, luego de largos meses, en el día de hoy se confirmó el procesamiento del cabo Héctor Guerrero por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones, tras comprobarse que realizó seis disparos con un lanzador de gases en posición horizontal, actuando bajo dolo directo.
El asesinato de Gabriel González no es un caso aislado de “gatillo fácil” (como se conoce popularmente estos violentos crímenes) sino que es parte de una guerra abierta contra los trabajadores de los barrios populares de la Ciudad. Es Jorge Macri el que viene llevando diariamente razias, golpizas y redadas desde el comienzo de su gobierno. A lo que le suma un récord de desalojos sobre viviendas y edificios de los barrios más poblados de CABA, alimentando el negocio sobre la vivienda de las inmobiliarias y las grandes constructoras como el Grupo IRSA.
Al comienzo de año en Villa 1-11-14 en el barrio de Bajo Flores, una redada sobre locales de celulares que duró varios días hirió en el rostro con balas de goma a varios vecinos que fueron hospitalizados, generando terror en los feriantes y familias de la zona. Y casos como el de Lucas González, jugador de las inferiores de Barracas Central asesinado por policías en 2021, muestran una continuidad de estos crímenes en los barrios del sur de la ciudad. Los tres policías que fusilaron a Lucas fueron declarados culpables y cumplen sentencia de cadena perpetua.
“Lo que se ve en el video es que la policía llega con algún tipo de reclamo, no se sabe si querían que bajaran la música o despejaran la vía pública y ante la protesta de esta gente empiezan los golpes, se tratan de defender como pueden, desarmados como se ve claramente en el video y allí se produce una cantidad de disparos que por lo menos impactan en estas dos personas, una que muere y otra que resulta herida” contó la abogada María del Carmen Verdú en AM750 que cerró: “tenemos más de 1000 casos de muertes a manos del aparato represivo estatal desde que asumió Javier Milei como presidente”.
En estas horas ante la flagrancia del crimen registrado en cámara, vecinos y familiares realizan una concentración a las 16 horas en las Avenida Cruz y Escalada, exigiendo justicia por el asesinato de Gabriel González y el final de los casos de “violencia institucional” en la Ciudad.
