Vulnerabilidad social en CABA: en un fin de semana, mueren de frío tres personas en situación de calle

Escribe Daniela Magoc

Tiempo de lectura: 2 minutos

La Ciudad de Buenos Aires, el fin de semana pasado (el más frío en lo que va del año), fue escenario de una catástrofe por demás evitable. Con temperaturas que llegaron a medir entre 2 y 6 grados bajo cero por la madrugada, tres personas en situación de calle murieron por hipotermia. Sucedió en los barrios de Once, Palermo y Retiro.

El frío no ha hecho más que poner de manifiesto la situación de extrema vulnerabilidad social a la cual está expuesta una cantidad cada vez mayor de la población de la Ciudad de Buenos Aires. En diciembre de 2023, organizaciones sociales especializadas en la problemática realizaron el Relevamiento Nacional de Personas en Situación de Calle (ReNaCalle), el cual arrojó que hay más de ocho mil personas en esa condición en CABA.

Según la información oficial, el Gobierno de la Ciudad brinda asistencia a aproximadamente 4.000 porteños sin techo por medio de los Centros de Inclusión Social (CIS), más conocidos como paradores. Son espacios que brindan un lugar transitorio para dormir, entre las 19 y las 7 u 8 de la mañana del día siguiente. Durante el día no está autorizado permanecer allí. Pero además, actualmente es dificultoso conseguir una vacante. La forma de ingreso es a través de un llamado al 108 o el nuevo Dispositivo de Primer Acercamiento (DIPA), ubicado en Combate de los Pozos 1280, en el barrio de San Cristóbal (donde funcionaba la sede operativa del BAP), que todas las mañana tiene una larga fila de personas esperando ser atendidas. Algunos de estos Centros de Inclusión Social pertenecen a Organizaciones No Gubernamentales, como el Ejército de Salvación, controlado por la iglesia evangélica. Cada vez es más común encontrar gente durmiendo en cajeros, estaciones de subte o cualquier lugar que contenga algún tipo de resguardo. Horacio Ávila, uno de los fundadores de Proyecto 7, que maneja tres hogares para personas en situación de calle en convenio con la Ciudad, afirmó que por la alerta amarilla de frío aumentó un 60 % la demanda en los mismos en los últimos días (La Nación, 1/7). En “la ciudad más rica del país”, que cuenta con viviendas desocupadas, “ociosas”, donde abundan los proyectos inmobiliarios más ambiciosos, la gente se muere de frío en la calle porque no tiene un mínimo resguardo. Pero esto no es todo.

En línea con el gobierno liberticida, Jorge Macri desarrolla una política represiva y expulsiva. Por medio del “Operativo Orden y Limpieza”, cuadrillas de empleados y policías desalojan a manteros y personas que no tienen donde dormir. El argumento es que el espacio público no puede ser “usurpado”, pero, ¿acaso el Jardín Botánico (el año pasado) y hoy el Rosedal de Palermo, no están siendo usurpados por grandes empresarios para ofrecer espectáculos privados? Los ejemplos de “usurpaciones chic” y los grandes emprendimientos comerciales que pagan cánones irrisorios abundan.

El gobierno es responsable de estas muertes totalmente evitables. Defendamos el derecho a la vivienda, abajo la criminalización de las personas en situación de calle, abajo el estado policial que nos quieren imponer Macri-Milei-Bulrich.

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