Escribe Iñaki Aldasoro
Con maniobras, logró quebrar a las comunidades originarias.
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Bajo su rama Tecpetrol, Techint se mete de lleno en el negocio del litio. El año pasado compró el 54 % de las acciones de la canadiense Alpha Lithium Corporation, que tiene su principal explotación en Salta. Este año logró, bajo una serie de maniobras, quebrar la unidad de las comunidades originarias asentadas en la cuenca que va desde la Salinas Grandes hasta la Laguna de Guayatayoc. Ahí conviven 33 comunidades que en 2014/2015 llegaron a un acuerdo, denominado Kachi Yupi, por el cual se prohibía a las comunidades negociar de forma individual con cualquier empresa y establecía que cualquier iniciativa tenía que contar con el visto bueno de la mayoría de las comunidades, ya que cualquier modificación del ambiente las afecta a todas.
Esta política se ha quebrado bajo la presión de las mineras, con aportes o promesas de participación en la explotación. La comunidad del Lipan firmó un acuerdo con Lition Energy (Pan American), a través de Angélica Castillo, comunera y comisionada de El Moreno, rompiendo la unidad.
En 2015 se conformó también Sales de Jujuy, mediante la fusión de varias empresas, entre ellas la australiana Orocobre, la norteamericana Arkadium Lithium y otras. Conformaron el Grupo Allkem, al cual se asoció el Estado provincial con JEMSE. Esta explotación se encuentra en la zona de Susques.
La novedad con la licencia social para Tecpetrol es que, por primera vez, se explotaría una zona que fue fuertemente protegida y resguardada por las comunidades, en defensa del agua en una zona donde no abunda. La Laguna de Guayatayoc es el segundo espejo de agua más grande de la provincia, y las Salinas Grandes son una referencia turística y de conservación al limite de la Quebrada de Humahuaca, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Con la mayoría accionaria de Alpha Lithium Corporation, Tecpetrol se hizo de tres proyectos litieros en la region: Tolillar con 27.500 hectáreas de exploración en Salta, 5.000 hectáreas en el Salar del Hombre Muerto en Catamarca y 6.000 hectáreas en el Salar de Arizaro (Salta). Con la aprobación de la licencia social para explotar en litio en la zona de la cuenca de Salinas Grandes-Guayatayoc en Jujuy, Techint cierra el circulo con toda la mesa del litio, al tener explotaciones en las tres provincias con mayor potencial para la explotación del mineral.
Tecpetrol viene con un plan de desarrollo agresivo. La empresa de Paolo Rocca plantea una explotación mucho mas exhaustiva que las que se desarrollan en la actualidad. Para esto esta probando un nuevo método de explotación que se conoce como DLE (Extracción Directa de Litio), donde se utilizaría menos agua que lo que se utiliza actualmente por evaporación en piletones inmensos en la puna. Para tener una idea, Tecpetrol se propone llegar a la producción de 50.000 toneladas de carbonato de litio sólo en Salta, más del doble de la producción anual de todo el país –en 2022 fueron 27.500 toneladas-. El objetivo de la empresa es llegar a la producción de 90.000 toneladas anuales en todas sus explotaciones (ecojournal 21/3).
El propio CEO de Techint ha planteado la necesidad de una política nacional y regional que busque confrontar con China (como ya lo hizo en el pasado con la producción de acero) por la producción de litio y la llamada transición energética. Para esto propone la creación de “cadenas de valor en el Atlántico para equilibrar el peso industrial de China”. Rocca plantea la creación de una cadena de suministros locales y apuntar a la protección -y conquista de nuevos negocios- y dejar de ser proveedora de materias primas o subsidiarias de sus empresas en el extremo oriente.
La empresa anunció una inversión de 800 millones de dólares para desarrollar una planta en el Tolillar, pero espera la implementación del RIGI para su puesta en marcha. En la presentación del CERAWeek, en marzo, Rocca abogó por la eliminación de regulaciones, por la seguridad de poder recuperar la inversión y contra la interferencia del gobierno en materia de impuestos (Ecojournal). El RIGI vino como anillo al dedo para Techint.
El gobierno provincial mira con buenos ojos la llegada de Techint para poder presentar al famoso ‘cambio de matriz productiva’. La provincia tiene el índice más alto de desocupación de todo el Norte y también los salarios más bajos. Mientras a los grandes capitales les espera el giro de divisas, la eliminación del cepo, la devolución del IVA y otros beneficios de la mano del régimen de grandes inversiones, a los trabajadores les queda la expectativa de pujar por algunos de los pocos puestos de trabajo que genera el litio, los contratos de construcción con un régimen de contratación muy flexible en cuanto a altas y bajas y con fecha de vencimiento al finalizar la obra, y un pasivo ambiental que destruye no solo el medio ambiente sino la vida de los pobladores del lugar.