Milei y Caputo están llevando a Argentina al abismo

Nota de tapa de Política Obrera N°101 edición impresa.

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Hace más de un mes, la pareja ‘libertaria’ sacó del país más de un centenar de kilogramos de oro en barra. El propósito ha sido ofrecerlo como respaldo de un préstamo puente destinado a pagar vencimientos de la deuda externa, cuando las reservas del Banco Central son negativas.

Pero Caputo y Milei han reincidido. La Asociación Bancaria acaba de denunciar que Caputo ha vuelto a enviar oro al exterior, sin haber informado todavía acerca del envío anterior. Todo sumado, se ha transferido a Londres y a Suiza media tonelada de oro por el valor aproximado de 3.000 millones de dólares. Esto ocurre cuando los Bancos Centrales están acumulando el metal y el precio del oro está subiendo.

Estas operaciones económicas criminales están ahora acechadas por un fiasco. Como los bonos de la deuda argentina han caído de valor a raíz de la crisis financiera internacional, la posibilidad de ese préstamo puente para salir del apuro se ha esfumado. Caputo y Milei otean el default.

La ‘licuadora’ y la ‘motosierra’, que han destruido los salarios y las jubilaciones y hundido a la economía en la depresión, no han servido para el propósito de alcanzar el “equilibrio macroeconómico” con el que el dúo y los grandes capitalistas han justificado el ajuste. La tasa de pobreza se empina hacia el 60 % de la población y la desocupación y el subempleo alcanzan el 20 % de la población activa.

En este marco de saqueo financiero y derrumbe económico, la lucha de los trabajadores ha entrado en un terreno político más explosivo, reforzado por la reglamentación oficial de la ‘reforma laboral’.

Los aceiteros han declarado una huelga nacional para enfrentar la pretensión de las patronales de reducir el salario básico real del convenio colectivo y la aplicación del impuesto al salario a la cuarta categoría. El Gobierno ha impuesto la conciliación obligatoria a los petroleros de las refinerías, que han ido a la huelga por el mismo motivo.

La docencia de Córdoba ha salido a la lucha y a la calle de a miles. También paran los maestros de Entre Ríos, Neuquén y Santa Fe.

Las federaciones universitarias han votado un “no inicio” del segundo cuatrimestre con 72 horas de huelga. Los mandatos de los profesores, en cada facultad, reclaman “profundizar la lucha” hasta terminar con el despojo del salario y el vaciamiento universitario.

Los trabajadores del Sindicato del Neumático libran una dura pulseada contra las patronales y los ministerios de Trabajo de Milei y Kicillof, que se acogen al Concurso Preventivo de Crisis para despedir en masa por la mitad de la indemnización legal.

En los barrios, la tensión popular crece al calor del desabastecimiento de los comedores y de los tarifazos generalizados.

El “segundo semestre” se perfila como el terreno de una huelga general y de una acción política de masas. Por esta misma razón la burocracia de la CGT refuerza su colaboración con el gobierno liberticida. Lo mismo ocurre con los gobernadores, el Congreso y hasta los rectores universitarios, que ‘tercerizan’ la política del gobierno y las grandes patronales.

Inmediato aumento del 100 % de salarios y jubilaciones, abajo la confiscación del impuesto al salario. Que se repartan las horas de trabajo sin afectar el salario. Abajo el vaciamiento de las universidades y los salarios docentes.

Generalicemos las luchas. Por una huelga general.

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