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Hoy despedimos a nuestro entrañable compañero y amigo Eduardo Correa. Anoche, mientras se dirigía a cacerolear, junto a Diana, su compañera, con la asamblea de su barrio de Paternal en protesta contra este gobierno liberticida, se descompensó y no logró llegar con vida al sanatorio.
Entre la multitud de compañeros que se acercaron y la infinidad de saludos a su compañera Diana y a sus hijos, Martin y Valeria, con solo mirar los rostros de todos ellos podemos escribir una historia de amor y de lucha de más de 50 años.
Fue por los años 70 que Eduardo se sumó a las filas del entonces partido Política Obrera y militaba con la juventud de la TERS (Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista), que años después sería la UJS (Unión de Juventudes por el Socialismo). En esos años nos conocimos.
De ahí en adelante fue un luchador incansable en defensa de los intereses de la clase obrera. Estudiante de Psicología, trabajador bancario, militante en el barrio de La Paternal. Su casa siempre estuvo abierta para las reuniones políticas como para los asados y las fiestas. Los piqueteos de la prensa en la esquina de Juan B. justo y San Martin han quedado impregnados en la retina de los vecinos del barrio.
Militó en la clandestinidad contra la dictadura militar; en el 83, cuando pasamos a la legalidad como Partido Obrero, Eduardo abordó la lucha electoral como un revolucionario.
Me tocó compartir con él infinidad de luchas, huelgas y marchas. En 2001 caminamos de Paternal a Plaza de Mayo; en 2002, estuvimos en Puente Pueyrredón cuando asesinaron a Kosteki y Santillán. Participamos de la histórica huelga de AGR-Clarín, en 2017.
Eduardo, con sus 65 años, fue constructor de la agrupación Jubilados Clasistas, que desde la enorme movilización de fines de 2017 contra la reforma previsional de Macri, nos autoconvocamos con otras organizaciones frente al anexo del Congreso nacional.
Cuando se produjo la crisis en el Partido Obrero y fuimos echados vilmente de las filas donde habíamos militado por 50 años, Eduardo se sumó a la enorme tarea de volver a poner en pie un partido de la clase obrera y construimos junto con los 1.200 compañeros expulsados, pandemia de por medio, el partido Política Obrera.
Eduardo, socialista revolucionario, trotskista, compañero, padre, abuelo, fana del Globito, es un hijo político de toda esta camada de luchadores que nos forjamos a la luz de la revolución cubana y de las históricas jornadas del Cordobazo, donde nació el clasismo.
Los compañeros de tu circulo de Paternal–Villa Crespo te vamos a extrañar, pero te llevaremos a nuestro lado y en nuestro corazón, codo a codo en cada marcha, en cada piqueteo, en cada lucha que hemos decidido enfrentar contra este capitalismo que nos lleva a la barbarie. Hasta la victoria siempre compañero y amigo, Eduardo Correa.