Tiempo de lectura: 2 minutos
“Hay mediocres que frente a la pobreza buscan culpables”, apuntó contra el gobierno el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, en el marco de la 50° peregrinación a la basílica de Luján, en el oeste de la provincia de Buenos Aires. Al igual que Bergoglio en sus recientes declaraciones a la yugular de Milei, en la misa los jefes de la Iglesia alternaron críticas al Gobierno por la pobreza con llamados a dejar atrás las internas para pasar a impulsar la unidad del campo opositor.
La tradicional caminata que se realiza todos los años contó con cientos de miles de personas -algunos calculan más de un millón- que realizaron el recorrido desde Liniers, donde se encuentra la iglesia de San Cayetano, hasta el santuario de la Virgen de Luján, a unos 60 kilómetros de distancia. En pancartas y pasacalles se colocó el lema de este año: “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad”.
El viernes anterior a la peregrinación, García Cuerva declaró: “En el ADN argentino está, en este momento, el enfrentamiento, por lo que tenemos que revertir esto entre todos”. La actualidad del duro momento social se reflejó en varias entrevistas a los peregrinos. La mayoría pedía trabajo, otros agradecieron no perderlo o pidieron salud para ellos o una persona cercana.
El domingo, a las 7 a. m., tuvo lugar la homilía de cierre en la Plaza Belgrano ante la basílica de Luján. Se lamentó por la pobreza e indigencia que se dispararon en el último año y describió la degradación social en los barrios con la marginación, la droga y la pelea diaria por un plato de comida.
Y al igual que "Francisco" con sus dardos al gobierno liberticida tomo el último informe del INDEC: “hay muchos mediocres que frente al lacerante y doloroso 52,9 % de pobreza se pusieron a buscar culpables”. Colocó una consigna -“construir una Patria más justa y más fraterna”-, un llamado indisimulado a constituir un frente opositor a Milei. Pero los actuales "opositores", además de sostener al Gobierno, son responsables, efectivamente, de estos niveles históricos de miseria. En nombre de “no buscar culpables”, el clero dispensa el "perdón divino" a quienes gobernaron el país durante los últimos 40 años.
En todo caso, Bergoglio ha recibido en el Vaticano a muchos de los culpables de la pobreza histórica. Entre estos, a la cúpula de la CGT, que lleva un largo acuerdo de paz social. Un clerical rabioso como Juan Grabois es un defensor de la economía popular y la precarización laboral que motoriza a la Argentina hacia un récord mundial de trabajadores indigentes, changarines y cuentapropistas que deben pelear por su supervivencia día a día. Habrá que ver dónde ubica a la vicepresidenta Victoria Villarruel, promotora de la libertad a los genocidas actualmente en choque con el propio Milei por los vuelos ingleses a Islas Malvinas, que llegará a Roma en los próximos días.
Mediando el discurso el arzobispo García Cuerva volvió sobre el tema de la unidad nacional: “Generar consensos y acuerdos y tender puentes porque lo más valiente que podemos hacer es pedir ayuda y eso no es signo de rendirse, es justamente lo contrario, es negarse a rendirse. No nos rindamos a ser hermanos, a buscar soluciones juntos”. Con una referencia explícita a la crisis social, la Iglesia advierte sobre el desgaste de la "cohesión social" bajo el imperio de los ataques de Milei. “Desde la casa de María, les pedimos por favor, únanse detrás de dos o tres temas importantes para todos los argentinos”, exhortó a los bloques opositores.
En la plaza miles de peregrinos agobiados por la miseria, las nuevas olas de despidos, cierres de empresas y de dependencias estatales escuchaban por altoparlantes las disquisiciones políticas de la cúpula de la Iglesia.