Médicos de FEMEBA en conflicto con IOMA: un reclamo salarial y una disputa por las cajas de la salud

Escribe Aldana González

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La Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (FEMEBA) fue a una medida de fuerza por 96 horas y no atendió a pacientes del IOMA debido al conflicto que inició en la zona de Junín, a raíz de que la obra social de la Provincia interrumpió el contrato con FEMEBA en 19 municipios bonaerenses, tras acusarla de incumplimientos sistemáticos y comportamientos abusivos. Esto dejó desde el lunes a 160.000 afiliados y 1.500 médicos afectados. La medida fue tomada luego de haber solicitado una reunión con el gobernador Axel Kicillof, para que revea la decisión.

Esta medida unilateral se suma a la reducción de la cobertura en medicamentos, la falta de atención, la dificultad para conseguir turnos, la escasez de odontólogos, los altos copagos para estudios de laboratorio, las demoras o falta de provisión de prótesis, el no suministro de medicamentos oncológicos, las demoras de más de un año en efectivizar reintegros, que viven desde hace años los afiliados del IOMA.

El conflicto entre IOMA y FEMEBA lleva tiempo y se basa en que la Federación actúa a la vez como intermediaria y representante de los médicos reclamando la actualización de los pagos y por los retrasos sistemáticos de los mismos. El conflicto escaló en septiembre con la interrupción del convenio con la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires en las localidades de Chacabuco, Junín, Colón, General Arenales, Leandro N. Alem, Chacabuco, Viamonte, General Pinto, Florentino Ameghino, Alberti y Bragado. Luego, el 1° de octubre, el IOMA quitó embajadores a ocho distritos más: Olavarría, Azul, Tapalqué, Alvear, Lamadrid, Daireaux, Laprida y Lincoln y después el titular del IOMA, Homero Giles, anunció que “está cerca de generar un buen acuerdo” con el Consorcio del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Coceba), que es administrado por cuatro intendentes kirchneristas, dos de ellos de La Cámpora, para reemplazar a FEMEBA como intermediario.

Además de eliminar una representación corporativa de los médicos, lo que Giles busca es quedarse con todas las cajas de la salud pública, como ocurrió durante el gobierno de Alberto Fernández con el PAMI y la Anses. En territorio bonaerense, Axel Kicillof le entregó desde el primer día a La Cámpora el Ministerio de Salud y la caja del IOMA.

A esto se suma la política del IOMA de impulsar la creación de clínicas privadas propias, llamadas “policonsultorios”, cuya condición que se impone a los médicos para trabajar allí es la contratación directa, sin intermediación de FEMEBA.

Esta, al mismo tiempo, viene denunciando una opaca intermediación de la Asociación Civil de Establecimientos Asistenciales y Prestadores Privados (Aceapp) con el IOMA y por sospechas de facturaciones de médicos sin matrícula, de jubilados, extranjeros sin habilitación y por la falta de contralor (Perfil, 06/10).

Además, la Federación afirma que la obra social adeuda ya unos $ 8.000 millones a los médicos bonaerenses.

Las organizaciones de afiliados por su parte denuncian que la política de policonsultorios pretende ser hegemónica en la provincia y la misma limita la capacidad de elección de prestadores por parte de los pacientes.

Los centros de Salud del SUTEBA

En el caso particular de los docentes, la confiscación es por partida doble. El que se quiere afiliar al SUTEBA está obligado a pagar el coseguro de salud, cuyo monto es mucho mayor a la cuota sindical y que tendría que ser totalmente innecesario si la obra social funcionara como corresponde.

Pero además la novedad es que muchos centros de salud de SUTEBA están funcionando como policonsultorios del IOMA, por lo que para atenderse no hace falta estar afiliado a SUTEBA. El sindicato justifica esto en que así se ahorra el dinero de la intermediación. Es que la crisis de la salud arrecia por todos lados. Por ejemplo, los odontólogos se fueron en masa de los centros de salud por la magra paga del IOMA.

Sobre la crisis general sanitaria, el mismo Kaplan, ministro de Salud bonaerense, admitió que las clínicas privadas “se están por fundir”.

El problema de fondo radica en que la cuota de la obra social es el porcentaje de un salario de miseria–actualmente se necesitan dos cargos de maestra de grado para alcanzar la canasta de pobreza y los preceptores ni así llegan a cubrirla–, por lo que la pelea por el control de las cajas es sobre fondos exiguos. En fin, la madre de todos los problemas es el hambre salarial.

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Provincia de Buenos Aires: el conflicto de la federación médica con IOMA y la atención de miles de afiliados Por Aldana González, 16/09/2024.

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