Escribe Corresponsal
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En el día mundial de la salud mental, una numerosa columna de trabajadores y trabajadoras de la salud pública de CABA y la provincia de Buenos Aires marcharon por las calles de la ciudad de Buenos Aires agitando sus reclamos salariales y contra el cierre del hospital Bonaparte.
Trabajadores de los hospitales Moyano, Borda, Tobar y Garrahan; la Asamblea de Residentes de CABA, los trabajadores del Colonia Cabred, de los dispositivos de salud mental de Florencio Varela y Lanús, del hospital de Moreno, entre otros, se concentraron en la puerta del Bonaparte para acompañar y apoyar la toma que sus trabajadores están llevando adelante sosteniendo la atención de pacientes.
Mientras en el palco que montó ATE se hablaba de generalidades e imprecisiones sobre la importancia de la atención de la salud mental, abajo, los trabajadores reclamaban con cánticos y agite por un paro general como método de lucha contra el cierre del Bonaparte y en defensa de la salud pública en general.
ATE Nacional y UPCN vienen de acordar con el Ministerio de Salud de Nación la conformación de una “mesa de negociación” para discutir los términos de la ´reestructuración´ del hospital Bonaparte, que presentaron como un triunfo. La condición fue levantar toda medida de fuerza. Las bases, sin embargo, sostienen las asambleas y el estado de lucha. Hay desconfianza en los términos de la negociación. Los trabajadores del Bonaparte denunciaron que, en el día de ayer, se hizo presente una comisión del Ministerio de Salud de Nación con el objetivo de derivar pacientes e impedir nuevas internaciones. Corre la sospecha entre los trabajadores que el hospital pasaría a la órbita del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, transformándose en un centro de salud (CeSaC), con la consecuente reducción de servicios y de personal. En el Hospital Moyano, mientras tanto, se reunieron a puertas cerradas las autoridades de los tres hospitales de salud mental de la Ciudad -Moyano, Tobar García y Borda- con el director general del área, alentando estas sospechas.
La ocupación del hospital Bonaparte -a la que ATE se opuso- ha sido la única medida efectiva, hasta ahora, para postergar el cierre que dictó el gobierno liberticida.