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Con una importante movilización de trabajadores del área de deportes (profesores y guardavidas), el jueves 14 de mayo, los municipales de Tigre lograron hacer retroceder al intendente Zamora, conquistando la devolución del adicional de productividad descontado en el sueldo de abril. La movilización fue precedida de dos concentraciones frente al palacio municipal y expresa un proceso de organización, inédito, en el área de deportes donde trabajan alrededor de 600 trabajadores.
Esta conquista de los trabajadores se da a pesar del rol de las direcciones gremiales, en especial del Sindicato de Trabajadores Municipales de Tigre (STMT) que ni siquiera asomó las narices por el conflicto, a pesar de las advertencias del propio Zamora, quien le da instrucciones explicitas, en un audio filtrado, de cómo intervenir para contener y desmovilizar a los trabajadores. Por su parte la Asociación de Trabajadores Municipales de Tigre (ATRAMUTI) acompañó la primera movilización en forma explícita y llamó a desmovilizar a partir de la segunda, lo cual fracasó debido a la tendencia a la movilización entre los trabajadores. Sin embargo, los dirigentes de ATRAMUTI que fueron aceptados como interlocutores por el municipio, ante la ausencia del STMT (más cercano a Zamora), no han sumado a representantes de base de los trabajadores en las reuniones con funcionarios.
Por su parte, luego de participar junto a trabajadoras de la salud de la primera jornada de lucha, la CICOP, en la última reunión del Encuentro de Trabajadores de Zona Norte (ETZN), desistió de participar de las siguientes señalando que el municipio les propuso mantener los puestos de trabajo en salud, a cambio de una reducción de la carga horaria semanal. En la misma reunión, Opinión Socialista se adaptó a este planteo y propuso levantar la convocatoria a la segunda marcha, argumentando una “relación de fuerzas desfavorable”; la Tendencia del Partido Obrero y la línea 60 propusimos acompañar a los trabajadores municipales contra el llamado de sus gremios a desmovilizar. Los trabajadores lo entendieron de la misma forma y participaron de la segunda jornada -realizada el 7 de mayo- con una respetable presencia de trabajadores de deportes frente a un palacio municipal plagado de policías.
Los trabajadores son conscientes del rol que juega la movilización. Profesores y guardavidas duplicaron su presencia en la última concentración. Las direcciones burocráticas de los gremios también lo saben y preparan una línea de derrota con el discurso trillado de “llegar a acuerdos que preserven los puestos de trabajo”, lo cual significa que están dispuestos a ceder en todos los demás puntos. Esta es, en realidad, la forma menos efectiva de preservar tales puestos de trabajo; si el municipio avanza, aunque sea un paso sobre las condiciones ya precarias de los trabajadores, su situación laboral será todavía más inestable. Un ejemplo claro de esto es el anuncio de bajar la duración de contratos de 9 a 4 meses, lo que abriría las puertas a más a los despidos “por fin de contrato”. Como se ve la única forma de garantizar efectivamente los puestos de trabajo es la derrota total del plan de ajuste de Zamora, como punto de partida para ir por el fin de los contratos precarios y el trabajo a destajo. El intendente Zamora, además, pretende condicionar el pago de adicionales y la continuidad laboral a la recaudación o los fondos provinciales, por lo que la lucha sigue más vigente que nunca.
Derrotar este ajuste es una tarea que no harán las direcciones burocráticas sino los trabajadores, conformando asambleas por establecimientos, eligiendo delegados y votando pliegos de reclamos que unifique a los municipales de todas las áreas en una lucha común.
¡Abajo el ajuste de Zamora contra los municipales de Tigre!
Reincorporación de todos los despedidos. Pase a planta permanente de “temporales”. Basta de trabajo a destajo. Recategorización de profesionales y pago de acuerdo a su calificación.