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En la madrugada de hoy, en la ciudad costera de Villa Gesell, se derrumbó la parte trasera del Apart Hotel Dubrovnik, ubicado a escasos 200 metros de la playa. El edificio, se derrumbó hacia un costado, partiendo al medio una construcción, que sería también una residencia para turistas. A estas horas, ya se ha confirmado un muerto, y hay entre siete y nueve desaparecidos que podrían estar con vida debajo de los escombros. En la zona, se encuentra trabajando personal de bomberos, personal civil y la división de canes.
Según la información preliminar, el derrumbe habría obedecido a obras de modificación de la estructura trasera del hotel sin autorización de la Municipalidad. La prensa burguesa ha dado a conocer una notificación en la que la Municipalidad de Villa Gesell habría ordenado la paralización de los trabajos de obra del hotel el pasado 20 de agosto. Según declaraciones en medios, las obras habrían sido la modificación del subsuelo para la instalación de un ascensor, para lo cual se necesitan máquinas que permitan la rotura de las losas. De confirmarse esta información, el municipio, lejos de quedar exento, estaría más que implicado, porque los ruidos de las máquinas para rotura de losas son más que fuertes como para ser identificada una obra desde la calle. Es notable que, la orden de paralización del 20 de agosto, se produce porque el municipio se habría dado cuenta, solo o por denuncia de algún tercero, que los dueños del hotel llevaban a adelante obras sin permiso. El apuro habría obedecido a preparar la infraestructura para recibir a los turistas de la temporada de verano 2024-2025. El desequilibrio en los suelos obliga a la Municipalidad a reexaminar todas las estructuras privadas, al menos, del radio afectado por el derrumbe. Un ingeniero civil recordó el derrumbe de una parte del Hotel de Surfside, en Miami, en 2021. Señaló, que, en la actualidad, las planificaciones urbanas se alejan 500 metros de la línea de costa. El ecosistema costero es una interacción entre el mar y la costa. Los suelos están en constante modificación en la franja inmediatamente contigua al agua. La única barrera contra el avance del mar, son los médanos, los que las construcciones de ciudades que tienen como fin el desarrollo del negocio turístico, eliminan y remplazan por torres y casas. Los últimos años ya se ha visto como la violencia de los vientos y el mar socavaba las bases de la primera línea de casas, en las localidades del Partido de la Costa.
La construcción de edificios y el desarrollo de ciudades turísticas sobre terrenos no aptos para este fin, implica un crimen perfectamente premeditado. La peligrosidad, que ya es harto conocida por los expertos en la materia, es omitida en orden de una razón superior: la acumulación de ganancias del capital turístico. De otro lado, deberá investigarse la responsabilidad del Municipio en estos hechos. La connivencia entre los inspectores municipales y los dueños de negocios comerciales de diversa índole, ya es conocida desde la masacre de Cromañón. Teniendo a mano ya la prueba que incrimina a los dueños del Hotel y pone bajo sospecha a la Municipalidad, la fiscal a cargo del caso, Verónica Zamboni, ordenó la detención de los tres albañiles. La detención tiene el claro objetivo de incriminar a los trabajadores, que se encuentran en el último eslabón de la cadena de mando. La descarga de las culpas de los crímenes de los capitalistas en la clase obrera es una operación judicial que tiene larga data. Pero esta se produce, a horas de que el presidente Milei reposteara un twit de campaña de José Luis Espert, en el que el diputado, en el medio del montaje de un show de enfrentamiento con el Intendente de La Matanza Fernando Espinoza, sacara la faja de clausura a una edificación del empresario Marcos Galperín por no cumplir con los permisos de obra correspondientes. El twit, a horas de la tragedia, no es ninguna torpeza, es un mensaje político claro: libertad total para los capitalistas, aunque esto implique más crímenes contra la población trabajadora.