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En tan solo 48 horas, el actual gobernador de la provincia de Santa Fe logro destrabar lo que durante gran parte del año, con idas y vueltas, no parecía tener calce: la convocatoria a una reforma parcial de la constitución provincial.
Es de público conocimiento el interés del mandatario en esta tesitura. Santa Fe y Mendoza son las únicas dos provincias que no permiten la reelección. Envalentonado por haber sido electo con una votación récord, Pullaro presume que tiene legitimidad política para avanzar en una reforma de estas características.
Para reunir los dos tercios de los votos requeridos para convocar a la convención constituyente, Pullaro selló un acuerdo con el peronista Omar Perotti, quien habilitó las cuatro voluntades que faltaban para aprobar el proyecto. El PJ, oficialmente, se había opuesto a la misma, y amenazó a Perotti con echarlo del partido. También el sector que lidera Amalia Granata manifestó su disconformidad, pero esto no impidió que dos de sus diputados terminaran votando a favor. La misma denunció una serie de sobornos a cambio de los votos a favor, y anunció que serán separados de su bloque. Por último, el Frente Amplio por la Soberanía, que encabeza Carlos del Frade, primero publicó una postura a favor de la reforma siempre que fuera “total”. Esto no sucederá, y también tuvieron su crisis ya que los otros dos diputados de los tres que componen ese bloque votaron a favor de Pullaro, y sólo el periodista lo hizo negativamente.
En definitiva, la reelección de Pullaro ha resquebrajado a todos los partidos de la oposición.
De acuerdo a la información disponible, para la elección de convencionales constituyentes se exigirá el 2,5% de votos del padrón electoral, no de los votos emitidos, o sea un poco más del 3 por ciento. Asimismo, se requieren por lo menos 69 candidatos, a razón de una representación por cada uno de los departamentos, algo que en principio solo podrían cumplimentar el oficialismo y el peronismo. Las mismas se llevarán a cabo el 13 de abril de 2024.
Esta reforma nada tiene para ofrecer, ya que bajo el manto de “nuevos derechos” traficará la relección del actual gobernador quien ha emprendido un ajuste superior al del propio Milei.