Escribe Emiliano Fabris
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El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, va por el tercer intento para que la legislatura provincial adhiera al RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones) que Milei y el Congreso han establecido a nivel nacional. Este régimen beneficia a inversiones mayores a los 200 millones de dólares con concesiones fiscales, aduaneras, ambientales y cambiarias de magnitud. Vidal sigue los pasos de otros gobernadores, a pesar de que la adhesión de las provincias no es un requisito legal. El oficialismo ha tenido crisis internas para asegurar los votos para esta adhesión, y enfrenta los votos contrarios del kirchnerismo, del ex gobernador Peralta y del ARI. Vidal, un burócrata del Petróleo, ha amenazado con movilizar al sindicato a favor del RIGI.
El pasado 28 de noviembre, un conjunto de sindicatos afines al kirchnerismo, nucleados en el llamado “Frente Sindical”, movilizaron a la puerta de la legislatura para rechazar la adhesión al RIGI. El frente está liderado por Camioneros, ATE, bancarios y judiciales. ATE y de ADOSAC (docentes) también forman parte de este Frente. El pejota y kirchnerismo han votado su propio RIGI en la provincia de Buenos Aires
El Frente reclama que los privilegios y subsidios que se prevén para las “grandes inversiones”, se entreguen a las Pymes. El planteo no ha sido debatido en ninguna asamblea de base de los gremios convocantes, a pesar de que implica una carga presupuestaria sobre los trabajadores. Las Pymes son, claro, empresas capitalistas, muchas veces tercerizadas por grandes empresas y violadoras seriales del derecho laboral – desde el registro de la fuerza de trabajo, bajos salarios y largas jornadas. Sus defensores le atribuyen el primer lugar en los dadores de empleo, como si esto fuera una caridad, y no el método de extracción de ganancias de una patronal. La zona norte de Santa Cruz e incluso Comodoro Rivadavia han perdido relevancia en la industria petrolera debido al agotamiento de los pozos: la recuperación secundaria de los pozos ha quedado, en numerosos casos, en manos de empresas de menos de cien trabajadores. Lo mismo ocurre con las plataformas en el Atlántico. El Frente sindical quiere, en lugar del RIGI, un RIPI, un régimen de pequeñas inversiones, o directamente subsidios. Vidal es un agente de las grandes petroleras, como por ejemplo Pérez Companc, que ha comprado pozos secundarios de YPF – otrora la gran firma en Santa Cruz. La UIA, precisamente, acaba de pedirle al gobierno un “miniRIGI” para Pymes.
Hacia una nueva sesión de la legislatura santacruceña, el Frente Sindical vuelve a movilizar. ADOSAC participará con un paro de 24 horas “contra la aprobación del RIGI y la entrega de los recursos de las provincias a las empresas privadas”, o sea contra cualquier tipo de subsidios a cualquier tipo de empresa. Esto no es lo que plantea, sin embargo, la movilización del Frente. En la paritaria provincial docente, el aumento del 7% de los salarios, que plantea Vidal, a pagar recién en enero, cuenta con la venia tanto de la corriente actual (Lila) y de la entrante (Lista 7-Multicolor-FITU).
El Partido Obrero, que forma parte de la nueva conducción de ADOSAC, se ha sumado a esta agenda patronal, En su canal de WhatsApp comparte la denuncia que el RIGI favorece al “empresario extranjero” contra el “empresario nacional”. El “partido de combate” retoma las viejas posiciones del partido comunista y las menos viejas del morenismo (PTS, MST, IS). El socialismo lucha contra el capital en nombre de los intereses históricos de la clase obrera, no de los retrógados de las pequeñas empresas o del empresario argentino.
Esto ocurre cuando se firman convenios laborales a la baja.