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A 23 años del Argentinazo en Tucumán, como a nivel nacional, se realizó una marcha con acto. Fueron participes de la convocatoria los partidos del FITU, la Coordinadora por el Cambio Social, ADIUNT y Política Obrera. Los grandes ausentes como en todo el país fueron los agrupamientos ligados al peronismo y la CGT, en primer lugar porque no estuvieron en la rebelión popular contra el gobierno de de La Rúa sino porque hoy también cumplen un rol de colaboración y cogobierno con Milei.
La realización de la jornada de este 20 de diciembre cobra vital importancia en el actual escenario. El asesinato de un trabajador bagayero en Aguas Blancas en el marco del plan Güemes de Bullrich con el propósito de la militarización del norte salteño y el decreto que habilita la intervención de los militares en la represión interior debieran ser motivo de una respuesta popular a nivel nacional. La convocatoria en la provincia también tiene su significación en tanto el gobierno de Jaldo lleva adelante una política represiva y de cooptación y disciplinamiento de las organizaciones para despejar las calles. Ha impuesto paritarias de miseria en docentes, salud y trabajadores estatales sin las más mínima expresión de protesta.
Los discursos de los partidos del FITU estuvieron centrados en la denuncia del peronismo y el reclamo a la CGT por no organizar la respuesta de los trabajadores. El partido obrero planteo fuera Milei y la cuestión de la huelga general pero eludió decir que durante todo el año reclamaron a la CGT y a las CTA que organicen el paro nacional.
Desde Política Obrera intervinimos con una columna de 250 compañeras y compañeros luego de realizar asambleas y actividades de fin de año explicando la importancia de preparar una acción histórica de los trabajadores frente a una nueva confiscación, la más grande de la historia, mediante el rescate de la deuda y la destrucción de salarios y jubilaciones y la intervención en la guerra mundial, a partir del alineamiento del gobierno con la OTAN y el sionismo. En el acto planteamos todos estos elementos y la necesidad de las autoconvocatorias y las coordinadoras, sin ninguna expectativa en la burocracia, para poner en pie una huelga general que imponga los reclamos, eche al gobierno y plantee el gobierno de los trabajadores.
