Multitudinaria asamblea de diversidades sexuales votó una marcha antifascista de Congreso a Plaza de mayo el 1 de febrero

Escribe Olga Cristóbal

Llamamos a concurrir con sus banderas a todos los trabajadores.

Tiempo de lectura: 4 minutos

Antes de las 5 de la tarde, hora de la convocatoria, en las gradas del anfiteatro de Parque Lezama no quedaba lugar para sentarse, otros habían elegido el césped, y dos horas después, por todas las entradas del parque seguía llegando gente, algunos desde el conurbano.

En menos de 48 horas, el movimiento de la disidencia sexual había superado la asistencia a las convocatorias de los liberticidas en un Parque que LLA trató de convertir en territorio propio.

El ataque de Milei a las conquistas de la disidencia sexual es total: desde la derogación de la Ley de Identidad de Género, y los cambios en el DNI, hasta la exclusión en el PMO de los tratamientos hormonales y cirugías de reasignación. La eliminación de estos programas viene fogoneada, naturalmente, desde los *lobbies *capitalistas de la medicina privada. La agenda liberticida plantea desde la derogación del cupo travesti y un feroz recorte de la medicación hasta la sustitución de la ESI por la “inteligencia emocional”, una pedagogía de la sumisión a las determinaciones sociales de opresión. También plantea el desconocimiento de los crímenes de odio como un agravante, como ya sucedió con el enfoque judicial de homicidio común y no femicidio para las tres mujeres lesbianas asesinadas premeditadamente en Barracas.

El clima en el Parque Lezama era de debate, de mucha preocupación, de enojo, de determinación y combatividad. Apenas se instaló el micrófono, desde las gradas partieron consignas contra el gobierno: “Milei basura, vos sos la dictadura”. Y “Como a los nazis les va a pasar/ a donde vayan los iremos a busca”, “Al closet no volvemos nunca más” y un emocionado “Presente” para Lohana Berkins, pionera luchadora por los derechos travesti trans, que impulsó la Ley de Identidad de género, y Diana Sacayán, la otra gran activista travesti, asesinada en 2015.

La asamblea surgió de una convocatoria de algunas organizaciones del Colectivo LGTB el jueves a la noche y corrió vertiginosamente de boca en boca. La ausencia en la asamblea de toda publicidad de boliches y empresas, que han colonizado las marchas del orgullo en los últimos años, recordaba las primeras movilizaciones del movimiento de gays y lesbianas después de la dictadura.

El acto comenzó con la lectura del documento de la convocatoria:

“Las incitaciones al odio que el presidente pronunció en la Conferencia de Davos no son nuevas, pero sí marcan un antecedente en la radicalidad de su violencia, en su manifiesto deseo de exterminio”, decía. “Por eso, atravesades por la inmediatez, la rabia y también el miedo, nos llamamos a dialogar, escucharnos desde lo que tenemos en común y en nuestras diferencias, para desde ahí articular respuestas colectivas a un problema colectivo”.

“El plan económico de Milei exige precarizar aún más a quienes estamos precarizades: jubilades, personas con discapacidad, migrantes, trabajadorxs de la ciencia, la educación y la salud, estudiantes, personas viviendo con VIH, comunidades negras, trabajadoras sexuales, trabajadorxs de la cultura y el arte, trabajadores de espacios de memoria y tantas más”, leyeron desde un micrófono.

“A la calle/a la calle” contestaron desde las gradas, junto al reclamo de deliberar sobre la avenida y de movilizarse a Plaza de Mayo ese mismo día, que no tuvo consenso entre los organizadores.

Inauguraron la asamblea el colectivo que defiende el Centro de Memoria de Virrey Cevallos. También hablaron trabajadoras del Hospital Bonaparte: "El 70 % de la población travesti-trans viene a nuestro Hospital", dijeron, y pidieron que el 31 de enero se los acompañe.

También se expresaron trabajadores de los espacios de memoria, despedidos de otras dependencias del Estado -Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, del Hospital Posadas, del CONICET-, feministas, asambleas barriales, organizaciones de jubilados, organizaciones lgtbiq+, feministas, de izquierda, peronistas, asambleas barriales, organizaciones de jubiladxs, estudiantes.

Algunos oradores retomaron la propuesta de marchar el mismo sábado, pero la mayoría se inclinó por organizar una marcha importante en la semana próxima y preparar un acto multitudinario el 8 de marzo.

“Responder a la avanzada de la derecha que viene por todo. Ni un paso atrás”, fue el hilo conductor de las intervenciones, muchas veces interrumpidas por la consigna “¿Dónde está Tehuel?”.

Georgina Orellano, secretaria general de AMMAR (Sindicato de Trabajadorxs Sexuales de Argentina) denunció: “Cuando la policía detiene a las compañeras travestis en Constitución, no les reconoce su identidad de género, ni tampoco cuando van a buscar un medicamento. La Ley de Identidad de Género hay que defenderla en la calle”, concluyó.

“Al closet no volvemos nunca más”, “No pasarán”, “Dónde está Tehuel”, rezaban muchos carteles manuscritos. Estuvo presente el reclamo de justicia para Pamela Cobas, Mercedes Figueroa y Andrea Amarante, a quien asesinó un vecino en la pensión donde vivían, por ser lesbianas. Y para Sofía Fernández, una mujer trans asesinada en 2022 por la policía en una comisaría en Derqui, provincia de Buenos Aires.

Después de casi cinco horas de asamblea, cerca de las 9 de la noche, se votó a mano alzada convocar a todos los sectores castigados por la política de Milei a una Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista el próximo sábado 1 de febrero, de Congreso a Plaza de Mayo.

La columna estará encabezada por el movimiento travesti trans.

Este miércoles 29 de enero a las 18 habrá una reunión de organización de la marcha, en el mismo Parque.

Este tipo de asambleas se replicaron en Rosario, Córdoba y decenas de ciudades del país, y se acordó coincidir con la marcha del 1 de febrero.

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