Escribe Vanina Rojas
Defendamos los puestos de trabajo.
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A pocos días del inicio de clases se dio a conocer la intención del gobierno de la Provincia de Buenos Aires de cesantear a cientos de maestras de acompañamiento (MA). Las maestras de acompañamiento ejercen el rol pedagógico de apoyo frente a los cursos superpoblados con 50 estudiantes. De aplicarse esta medida, estaríamos frente a una vulnerabilidad mayor para los/as estudiantes y se dejaría cientos de docentes sin trabajo.
En paralelo con esta medida, el gobernador Axel Kicillof pretende llevar adelante un ajuste brutal en la Provincia con la indicación del cierre masivo de cursos. Esta decisión amenaza la estabilidad laboral y dejaría a miles de docentes sin trabajo. Esto ocurre aún cuando está abierto el periodo de inscripción en las escuelas. Los inspectores se pasean por las escuelas, realizan revelamientos y ordenan los cierres sin abrir ninguna instancia de debate.
La continuidad pedagógica de los/as estudiantes es problemática por múltiples factores, agravados desde la pandemia hasta acá. Muchos alumnos no hay podido culminar sus estudios debido a la situación económica.
El cierre de cursos implica el cese de miles de docentes, y a la vez desatiende la situación real de los estudiantes. No se busca la raíz del problema para que los chicos asistan, permanezcan y egresen. Se toma una medida que vacía las escuelas públicas. Lo cotidiano son escuelas donde faltan obras de infraestructura y en donde ya existen aulas superpobladas que no han sido desdobladas ni se han designado los miles de cargos faltantes.
Los cierres de cursos no sólo representan una iniciativa de vaciamiento de las escuelas públicas, sino que también deja a docentes sin trabajo. Se produce el llamado “efecto cascada” donde los titulares pueden desplazar a provisionales o pueden quedar a “disponibilidad” y hacer toma de posesión de las horas que haya disponibles, quizás lejos de su lugar de residencia atentando con su organización laboral y familiar. El gobierno provincial ha prendido su propia "motosierra" contra los trabajadores de la educación.
El ajuste brutal ejercido por el gobierno de la Provincia responde a una política general de ataque a la docencia, que se expresa con las paritarias a la baja, el descuento de los paros y la sobrecarga laboral que implica la reforma de la escuela secundaria.
Los sindicatos provinciales avalan toda esta política de desguace de la escuela pública. Pero han surgido iniciativas de lucha desde abajo. Una movilización de más de 300 compañeras maestras autoconvocadas en La Plata se concentró en la gobernación. Esta semana se realizarán acciones en diferentes jefaturas distritales, como en La Matanza (viernes 9) convocada por la Lista Multicolor. En las escuelas se está produciendo una deliberación en las bases acerca de cómo enfrentar estos atropellos.
Organicemos asambleas por escuelas y movilicemos en defensa de los puestos de trabajo.