Escribe Brian Murphy
¡Vayamos a la huelga!
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Tras un primer rechazo de la docencia entrerriana a la primera propuesta paritaria del 2025 del gobierno, y luego del paro de 24 horas del lunes, y de una movilización provincial de importancia, Frigerio volvió a ofrecer miseria a los docentes.
La negociación paritaria se da en condiciones bajo las cuales ninguna dirección sindical que se reclame de la clase trabajadora debiera sentarse a negociar. Nos referimos a las altisonantes amenazas de descuentos por paro, que el año pasado fueron brutales, sin que tampoco las direcciones sindicales hayan luchado por su devolución; y a la persecución a los directivos de escuelas, supuestamente por no informar qué docentes se adhirieron a los paros del 2024. Durante la jornada de paro del lunes, llegó una notificación por correo a aquellos directivos que, según el gobierno, no delataron a los docentes que hicieron huelga, instruyéndoles un sumario administrativo. Frigerio aplica el mismo régimen persecutorio de su socio, el santafesino Maximiliano Pullaro, obligando a los docentes a presentar una declaración jurada informando si hacen paro o no. Sentarse en la paritaria en este contexto es avalar los aprietes de Frigerio.
El gobierno quiere cerrar para todo el año la discusión salarial -pensando en el calendario electoral- y propone conformar a los docentes con una cláusula tramposa de actualización salarial según el IPC del mes anterior, pero -y aquí está la trampa- con base de cálculo en enero hasta el mes de marzo, base de cálculo en el mes de marzo hasta agosto, y base agosto en adelante. Es decir que en el mes 8, se estará actualizando en función del salario del mes 3, cuando la economía nacional está atada con alambre y bastaría cualquier brisa fuerte para que haga volar por los aires el precario equilibrio del que se jacta el gobierno de Milei. Una disparada inflacionaria pulverizaría el salario docente entrerriano, y nos dejaría atados a un acuerdo hasta diciembre. En los hechos, se trata de un congelamiento salarial.
Además, en la última oferta el gobierno agregó un monto fijo, a pagar de marzo a diciembre, de 25 mil pesos sólo para los docentes que superan los 10 años de antigüedad. Estamos hablando del costo de dos kilos de carne, o una compra de verdulería.
Lo que hace que el planteo de “actualización” presentado por el gobierno esté totalmente escindido de la realidad de las familias docentes, es que los salarios actuales son de miseria. Si uno actualiza por inflación su propia miseria, al cabo del recorrido, sigue en la miseria. Esta paritaria es una gran estafa porque no ofrece una perspectiva de salida a la situación agobiante que vivimos los trabajadores. El curso alternativo de los acontecimientos lo debemos ofrecer los propios docentes, organizando asambleas y plenarios de docentes para discutir cómo poner en pie un plan de lucha desde abajo por el salario. Formemos coordinadoras de lucha y comités zonales de escuelas para poner en pie el reclamo salarial, fijando exactamente cuál debe ser el monto que debe ganar una familia docente.
Desde la Tendencia Docente Clasista creemos que la cifra que hace que una familia trabajadora pueda acceder a lo mínimo indispensable es el costo de la llamada CANASTA FAMILIAR, que es superior a la línea de pobreza porque esta última no incluye el alquiler entre otras cosas. Hoy la canasta familiar se ubica arriba de $1.800.000.
Planteamos hacer una moción de lucha en las asambleas:
-Paro de 48hs los días 6 y 7 de marzo.
-MARCHA PROVINCIAL el día 6 de marzo.
-En caso de que el gobierno no acceda a otorgar un piso salarial IGUAL AL COSTO DE LA CANASTA FAMILIAR para el día viernes 7/3: Paro de 48hs los días 10 y 11/3 convocando acciones departamentales, asambleas resolutivas y congreso provincial para definir el plan de lucha a seguir.
-Abajo los aprietes del gobierno, fuera la DDJJ y marcha atrás con los sumarios a directivos. Devolución de todos los días descontados del 2024. La huelga es un derecho constitucional, defendámoslo en las calles.
-Abajo la reforma jubilatoria.