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En febrero, Donald Trump propuso expulsar a casi dos millones de palestinos de la Franja de Gaza, apropiársela y hacer en ella un megaproyecto turístico e inmobiliario que bautizó “la Riviera de Medio Oriente”. A cambio, dijo, los gazatíes vivirían fuera de Palestina, pero en casas bonitas y en regiones en paz donde “podrían vivir una vida plena”, tal vez Jordania y Egipto, que “les deben muchos favores”, opinó.
Los israelíes vibraron de felicidad, desde los colonos fascistas hasta la oposición “democrática”, que propuso coronar la expulsión con la condonación de la deuda externa egipcia.
Los países involucrados y la Liga Árabe rechazaron el dislate, que hundiría en una inestabilidad política de consecuencias inimaginables, dijeron, a los potenciales anfitriones. El régimen de Al Sisi advirtió que semejante migración podría significar la disolución nacional de quienes los recibieran.
Estados Unidos e Israel no dieron el brazo a torcer. Las “casas bonitas” que Trump prepara para los palestinos están en un territorio en guerra y el más pobre del planeta. La semana pasada trascendió que funcionarios estadounidenses e israelíes habrían contactado formalmente a Sudán, Somalia y la flamante Somalilandia “para explorar la posibilidad de reasentar allí a los palestinos”. Los tres países se hallan en el Cuerno de África, una región dominada por la pobreza y las guerras intestinas, que en general son guerras por procuración de países imperialistas interesados en las enormes riquezas naturales de unos y otros.
Associated Press citó fuentes en Sudán que declararon haber rechazado la oferta, mientras en Somalia y Somalilandia afirmaron desconocer las conversaciones.
Sudán es uno de los cuatro países, junto con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos, que firmaron los Acuerdos de Abraham de 2020 para normalizar sus relaciones con Israel. Meses antes de la firma, Netanyahu se había reunido con el jefe del consejo soberano de Sudán, el genocida Abdel Fattah al-Burhan, y es un secreto a voces que lo provee de armamento en su guerra contra un desgajamiento de su propio ejército, el grupo paramilitar RSF (Fuerzas de Resistencia Árabes/Fuerzas de Apoyo Rápido). En las actuales negociaciones les habrían prometido reforzar la entrega de armas y apoyar la reconstrucción del país.
Sudán “se encuentra actualmente en la crisis humanitaria más grande y devastadora del mundo”; es el tercer país más grande de África y la tercera nación más poblada, con 45 millones de habitantes de los cuales 30 millones -la mitad niños, según UNICEF-, “viven en las garras de atrocidades masivas, hambruna y enfermedades mortales". Más de la mitad de la población se enfrenta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda cuando no directamente a la hambruna. En los campos de refugiados -atacados por bombardeos y drones- campea el cólera y el sarampión. Las mujeres y las niñas son víctimas de violaciones masivas, matrimonios forzados y secuestros. Los varones adolescentes han sido forzados a sumarse a cualquiera de los dos bandos.
Somalía es uno de los países más pobres del continente, con 18 millones de habitantes; no tiene relaciones diplomáticas con Israel y es defensor de la causa palestina. Pero Estados Unidos es el mayor proveedor de armas en su guerra contra el grupo yihadista Al-Shabab.
Somalilandia es una región autoproclamada separatista que Somalía considera parte de su territorio y carece de reconocimiento internacional como Estado independiente. Ubicada en el Golfo de Adén, cerca del estratégico estrecho de Bab al-Mandab, Somalilandia ha atraído el interés israelí desde hace algunos años. En 2024, el Middle East Monitor informó que Israel pretendía establecer una base militar allí a cambio del reconocimiento de su independencia, aunque las autoridades israelíes no confirmaron esta afirmación.
Israel y Estados Unidos parecen confiar en el poder de convicción de los incentivos militares y financieros, para que estos países acepten el traslado de casi dos millones de personas al Cuerno de Africa.
Este plan, cuando el destino era Egipto y Jordania, ya fracasó. Sin embargo, el ministro de Finanzas, un colono fascista, Bezalel Smotrich, anunció que Israel trabaja para identificar países que acepten a los palestinos y dijo que están preparando un “departamento de emigración muy grande” dentro de su Ministerio de Defensa.
El ejército sionista impide el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza Limpieza étnica en Gaza y Cisjordania. Por Olga Cristóbal, 14/03/2025.