Rechacemos la cooptación de la Marcha y el frente con la oposición patronal.
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El 49 aniversario del 24 de Marzo se enmarca en una corriente de luchas que se desarrolla a la par de corridas cambiarias políticamente desestabilizadoras. La jerarquía excepcional que ha alcanzado la movilización semanal de los jubilados sigue la ruta de la enorme marcha "contra el fascismo", el 1 de Febrero, impulsada por las disidencias sexuales y, con anterioridad, por la ola de ocupaciones de facultades de parte de la juventud estudiantil y sectores de la docencia universitaria.
El bloqueo impuesto al movimiento obrero, organizado por las burocracias sindicales y la CGT que colaboran con el gobierno de Milei, ha sido desbordado en forma masiva en las fronteras de los aparatos colaboracionistas y de los partidos patronales.
Que en Argentina gobierne en la actualidad la pata ´civil´ de la dictadura militar es una responsabilidad de quienes la han gobernado desde 1983. Descargaron sobre las masas hiperinflaciones brutales a fuerza de subsidiar a mansalva a las grandes patronales, como ocurrió en la última pandemia, o por devaluaciones del peso forzadas por el capital internacional y los acreedores extranjeros y nacionales del Tesoro nacional. Hoy, esos responsables colaboran con un gobierno manejado por un fascista ostensible, que habla de "suprimir", "eliminar", "aniquilar", "desaparecer" a "los socialistas" y a cualquier expresión de progreso social. Un gobierno que, como sucede con Trump, pretende gobernar con los métodos del "estado de excepción". Son los aspirantes a una nueva Triple A. Frente a esto, la llamada "oposición" acepta DNU y vetos, negocia el reparto de la Corte Suprema, o gobierna las provincias con violentos ajustes a docentes y trabajadores del Estado. La rama sindical del peronismo -la CGT- es la principal ´colaboracionista´. Es así que en el país del Nunca Más gobierna un aspirante a Videla con peluca.
El 24 de Marzo no ha sido jamás una fecha exclusivamente conmemorativa. Hubiera descalificado la memoria de los 30.000 desaparecidos, que cayeron luchando en un momento histórico excepcional del país. Es, sin embargo, lo que ha intentado el kirchnerismo, ausente durante veinte años de estas movilizaciones. A partir de 2005 ha intentado cooptarlas al servicio del poder estatal, al cual se había encaramado de la mano del pejotismo responsable del asesinato de los compañeros Kosteki y Santillán. Ahora, en la oposición y frente a un gobierno reaccionario de ultraderecha, se empeña de nuevo en encerrar la Marcha del 24 en la consigna: "30.000 desaparecidos, presentes". Pero los 30.000 desaparecidos sólo pueden estar presentes, realmente, si la Marcha es encabezada por un programa de lucha para poner fin al gobierno liberticida y para desarrollar la perspectiva de un gobierno de trabajadores.
Un programa que tenga por eje la organización de una huelga general hasta la satisfacción de las reivindicaciones de los trabajadores, los jubilados, la docencia y la educación, de las disidencias de género y las mujeres trabajadoras.
Un programa de ruptura con el FMI, por la anulación total de la deuda pública financiera.
Un programa que denuncie la guerra imperialista mundial y convoque a la acción unida de la clase obrera de todos los países contra el imperialismo y que apoye con movilizaciones, armas y hombres la lucha contra la limpieza étnica de la nación palestina.
Un programa que enfrente la ofensiva colonizadora y criminal contra América Latina, contra las deportaciones y la represión de trabajadores migrantes. Contra los alambrados que Bullrich quiere imponer en las fronteras.
Es con esta posición que llamamos a ganar las calles el 24. A ganar las calles con independencia de todos los partidos patronales, por supuesto, pero también del FITU, que ha intentado, durante un largo mes, hacer un frente político con el PJ y su presidenta, Cristina Kirchner, con un escenario y programa político común. El fracaso de esta tentativa por el rechazo del kirchnerismo, embarcado en negociaciones con el ajustador Pullaro, Lousteau, Llaryora y otros fugados de JxC, incluso Larreta, no absuelve al FITU ni lo convierte en una alternativa independiente en la Marcha del 24 de Marzo. Todo lo contrario: la duplicidad política es el peor enemigo que enfrenta el activismo obrero y el conjunto de la clase obrera.
Desde nuestra corriente, Política Obrera, llamamos a venir a nuestra columna, a distribuir una agitación entre todos los participantes de la Marcha y a cerrar la movilización con un acto independiente. Construyamos un partido socialista e internacionalista de la clase obrera.
Política Obrera, 19/3/2025