Escribe Mariano Hermida
“CTERA acompaña”.
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El gobierno de Javier Milei estableció por decreto el nuevo salario mínimo docente en $ 500.000. En agosto de 2024, había sido fijado en $420.000.
Estas cifras, sin embargo, no impactan en los bolsillos de los docentes, porque la llamada “paritaria nacional”, aunque dejó de existir como tal y ha sido reemplazada por este mecanismo de “salario mínimo”, solamente fija montos de referencia, porque las negociaciones paritarias son potestad de las provincias, que son las que se hacen cargo de pagar los sueldos de maestros y profesores. Por otro lado, casi todas las provincias llegan a ese mínimo, por lo que el gobierno nacional se asegura de no tener que agregar un peso más. El gobierno ha eliminado hace tiempo distintas partidas que les correspondían a las provincias.
Esta nueva imposición por decreto del salario mínimo docente establece un monto que se ubica por debajo de la línea de pobreza, incluso trabajando dos cargos. La cifra se encuentra a tono con lo que se vienen firmando en las paritarias provinciales los diferentes gobernadores, peronistas y radicales, con los gremios que integran CTERA. Por ese motivo no sorprende que la central no haya convocado a ninguna medida de fuerza para enfrentar este nuevo atropello contra los trabajadores de la educación.
Lo único que ha hecho CTERA ha sido emitir un comunicado donde le exige al gobierno “la inmediata convocatoria a la paritaria nacional”, que el gobierno eliminó apenas asumió. “La educación no se sostiene con imposiciones ni ajustes, sino con inversión y diálogo”, clama la burocracia docente (CTERA 26/3). A un gobierno que está dispuesto en arrasar con las conquistas obreras del último siglo, con ir a fondo con la privatización de la educación y que viene de reivindicar el terrorismo de estado de la última dictadura militar, le piden “diálogo”. De luchar, ni una palabra. Impresionante.
Para que no queden dudas de que no piensan mover un dedo por los trabajadores de la educación, CTERA ha llamado a mantenerse en “estado de alerta y movilización” (ídem). En declaraciones radiales, Sonia Alesso ha manifestado que, de confirmarse el paro de la CGT el 10 de abril próximo, CTERA "se sumaría". Pero en los sindicatos no hay ningún debate al respecto ya que las asambleas son inexistentes.
Nuestra corriente, Tendencia Docente Clasista, ha lanzado una campaña por un salario mínimo nacional de $1.600.000 por cargo, que es lo equivalente a una canasta familiar.
Llamamos a la docencia a pronunciarse contra el decretazo de Milei y la colaboración de los gremios. A organizar autoconvocatorias que abonen el camino de una huelga general indefinida para conquistar los reclamos.