Escribe Valentina Viglieca
El gobierno admite que es autor intelectual del delito.
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Kaloian Santos Cabrera es un trabajador de la Secretaría de Cultura Nacional con 13 años de antigüedad. Trabaja en el área de prensa como monotributista porque ninguna gestión le dio la posibilidad de pasar a convenio, menos aún concursar la planta permanente. Kaloian además trabaja en algunos medios en coberturas porque los salarios del Estado nacional no llegan a cubrir la mitad de la canasta familiar en la Ciudad de Buenos Aires.
Kaloian aportó las fotografías del gendarme cabo Guerrero quien disparo el proyectil de gas lacrimógeno que le rompió la cabeza a Pablo Grillo, otro fotógrafo. Estaba colaborando para el Destape.com durante la movilización de los jubilados el 12 de marzo. Esa jornada fue brutalmente reprimida por Patricia Bullrich. Al otro día desde ARGRA, SiPreBA, ATE y otros sindicatos se pidió que la ministra de Seguridad renuncie al cargo.
Los aportes de Kalo a la investigación del crimen contra Pablo Grillo tiene antecedentes en la historia de nuestro país. Por caso, fue un fotógrafo, Pepe Mateo, quien aportó las pruebas que confirmaron la autoría del comisario Alfredo Fanchiotti en el asesinato de Maxi Kosteki y Darío Santillán en Avellaneda. El papel de los fotoperiodistas es fundamental para dejar en evidencia el accionar represivo. Eso explica la saña de parte de las fuerzas de seguridad contra la prensa.
Al inicio de la semana, Kalo había sido felicitado por sus superiores por una cobertura de la propia Secretaría. A nadie se le escapa la calidad de su trabajo. Tampoco que fue él quien aportó las fotos del gendarme. En diciembre había rendido y aprobado el examen filtro de Sturzenegger. Debían hacerle contrato anual y por un error se lo hicieron trimestral con el compromiso de extenderlo hasta diciembre. El lunes su jefa, María José Peréz Insúa, le comunica que vio su nombre en una lista de despidos.
En las cinco tandas de despidos previas Kalo no había estado mencionado. Sí otros compañeros del área. El pedido de despido llegó desde arriba, que no era por su trabajo sino por reducción de personal. Pero el total de despidos en el mes de marzo 2025 no supera los 15 trabajadores totales y es una lista aún no definitiva. Ante el pedido de explicaciones por parte de la asamblea de Prensa y de ATE la funcionaria dijo que era “irreversible”. A Clarín le confirmaron el despido de Kaloian el propio 3 de abril, aunque los funcionarios pidieron un cuarto intermedio de 24 hs. para ver si eran posibles de revertir los despidos.
Buscan amedrentar al conjunto de los trabajadores. En particular a los de área de prensa que, en su mayoría, trabajan en medios o portales periodísticos y muchos hacen coberturas de movilizaciones o escriben al respecto. En segundo lugar, es una señal al conjunto de los estatales sobre hacer públicas sus posiciones políticas o respecto de los ataques que el gobierno lleva adelante contra las y los trabajadores, estudiantes, jubilados, etc.
Desde la Junta Interna de ATE Cultura convocan una conferencia de prensa para el lunes 7 de abril a las 11 hs. en la Explanada del CCK con la presencia de ARGRA, SiPreBA, FATPren entre otros.