3 de junio: diez años de Ni Una Menos

Escriben Alejandra del Castillo y Gaby Jorge

3 de junio: diez años de Ni Una Menos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Se cumplen 10 años de la movilización masiva que desató el asesinato de la joven Chiara, bajo la consigna de Ni Una Menos. Una oleada de mujeres salimos a las calles a enfrentar a un Estado responsable.

Este 3 de junio nos pone de frente contra el gobierno de Milei que ha puesto en marcha una verdadera guerra contra la mujer y sus reivindicaciones. Eliminó programas de salud sexual y reproductiva, desfinanció el acceso al aborto legal en los hechos y atacó la ESI, en favor de las grandes patronales de la salud privada y del clero. Recientemente, cerró una docena de programas de asistencia a mujeres en situación de violencia y hasta incluso la asistencia a familias de víctimas de femicidio. Hoy las cifras siguen siendo cruentas, escalan a la par de la miseria social.

Estos ataques forman parte del plan criminal de Milei y la clase capitalista contra la clase obrera, contra nuestras condiciones de vida y la de nuestras familias. Apoyado en el conjunto del régimen político y la burocracia sindical, fue más a fondo contra nuestras condiciones laborales y jubilatorias, contra nuestro derecho a la huelga y a la manifestación. El ensañamiento del gobierno no es el “combate a la doctrina de género”, sino que responde a un solo propósito: reducir a la mujer, a su organización, a la impotencia política, a la sumisión. Este sería un golpe estratégico para quebrar las familias explotadas y poder así incrementar la explotación social de la clase obrera. Como señaló la marcha de las diversidades en febrero, lo que tenemos enfrente es un gobierno fascista que hay que combatir con toda claridad.

10 años más tarde, con varios gobiernos, planes, organismos y leyes bajo el puente, es necesario un balance y trazar los desafíos. Esta guerra estratégica de Milei contra las mujeres trabajadoras y el movimiento de mujeres expuso con toda claridad lo que solapadamente se ocultó bajo gobiernos anteriores: no hay posibilidades de igualdad real de derechos sin que se eliminen las bases de opresión y explotación. Bajo la sociedad capitalista, los planes y programas tan solo pueden ser una conquista transitoria, escasas armas de defensa de la salud, la vida y la libertad de las mujeres trabajadoras.

Pero del otro, se expone de cuerpo entero la inviabilidad de quienes se han servido de un movimiento de masas para esterilizarlo bajo la tutela e integración al estado. Esa vía nos ha desarmado para enfrentar al poder político, ha servido para adocenar al movimiento de masas de la mujer sobre bases pluriclasistas, para ocultar la responsabilidad estatal detrás de una cáscara vacía. No hay futuro para las mujeres trabajadoras bajo este horizonte.

A 10 años del primer Ni Una Menos, la batalla es en la lucha de clases y con toda claridad bajo una acción política independiente del Estado, del gobierno y sus aliados. Nuestro futuro es en la unidad con el conjunto de la clase obrera, la unidad de trabajadoras y trabajadores.

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