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Donald Trump ordenó que dos submarinos nucleares "se posicionen en las regiones apropiadas" en respuesta a los comentarios "altamente provocadores" del expresidente ruso Dmitry Medvedev. Rusia y Estados Unidos reúnen la mayor parte del armamento nuclear del mundo y ambos ostentan una flota de submarinos equipados con misiles de esa naturaleza. Medvedev ha denunciado a Trump "(d)el juego del ultimátum con Rusia". En una publicación en X, denunció que "cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra".
Donald Trump, luego del fracaso del planteo de “un cese del fuego” inmediato en Ucrania, había dado un plazo de 50 días para que Rusia y Ucrania pusieran fin a las hostilidades, que acortó a “10 o 12” días, luego hasta el viernes 8 de agosto. Las acciones de guerra se han incrementado en forma ostensible “y está muriendo gente”, agregó; la réplica no demoró. “El jueves, en un comunicado publicado en Telegram, Medvedev advirtió sobre una amenaza de 'mano muerta', una referencia en clave del sistema de ataques nucleares de Rusia”, recoge la BBC. La “Mano Muerta”, un modo de mando y control nuclear automatizado desarrollado durante la Guerra Fría, deriva su nombre de la capacidad de activar un contrataque nuclear incluso si el estado mayor del país ha sido eliminado.
Trump ha amenazado en aumentar las sanciones económicas contra la Federación Rusa, que diversos comentaristas califican de ineficaces y contraproducentes. La UE ha pedido repetidamente, hasta el reciente acuerdo arancelario con Estados Unidos, la reducción del precio máximo del petróleo ruso, pero ese acuerdo la obliga a abastecerse del gas licuado norteamericano. Bruselas (la UE) había decidido fijar su propio límite máximo, un 15 % menos respecto a las cotizaciones del mercado.
“La administración de Donald Trump está considerando sanciones adicionales a la 'flota paralela' de petroleros de Rusia si el presidente Vladimir Putin no acepta un alto el fuego en Ucrania antes del viernes” (FT). Es la llamada flota en la sombra operando mediante terceras partes. “Según los términos del régimen de sanciones, las empresas vinculadas a Occidente tienen prohibido comprar petróleo transportado por vía marítima a un precio superior al límite de precios del G7” (ídem). La flota en la sombra ha permitido a Rusia comerciar petróleo por encima del límite.
Trump escribió en la red social de su propiedad que “India no solo compra enormes cantidades de petróleo ruso; luego revende una parte significativa en el mercado abierto con enormes ganancias”. Pekín, junto con India, absorben el 80 % del petróleo ruso de exportación. Turquía aparece tercero en esa lista. Nueva Delhi denunció que quienes la critican comercian activamente con Rusia. En un comunicado, afirma que la Unión Europea comercia no solo recursos energéticos con Rusia, sino también fertilizantes, productos mineros, productos químicos, metales ferrosos y no ferrosos, así como equipos de ingeniería y transporte. “Estados Unidos sigue importando hexafluoruro de uranio ruso para utilizarlo en su industria de energía nuclear, paladio, fertilizantes y productos químicos.” (Reuters). El New York Times, entre otros, escribe que Moscú no se tomó en serio las amenazas.
Según Bloomberg, Putin considera ofrecer a Trump una tregua en lo que hace a los bombardeos en Ucrania, sin poner fin a la guerra: “Una pausa en los ataques aéreos con drones y misiles como medida de desescalada podría ser una posible propuesta, siempre que Ucrania también se suscriba” (Bloomberg 5/8). Una fuente rusa citada por Reuters considera que “Putin, al continuar el conflicto, da la espalda a la oferta estadounidense hecha en marzo por parte Washington, de canjear un acuerdo económico con un alto el fuego total, que eliminaría las sanciones estadounidenses, reconocería la soberanía rusa de Crimea y el control de facto del territorio capturado por las fuerzas rusas desde 2022.”
A todo esto, el rearme ucraniano sigue firme. El ministro de Defensa ucraniano declaró que el mecanismo se denominará Lista Priorizada de Requerimientos de Ucrania (PURL). Comprende la creación de una lista de armas basada en las solicitudes de Kiev, pero aprobada por el comandante de la OTAN en Europa. Se anunciarían los paquetes de ayuda periódicamente. Países Bajos anunció que destinará 500 millones de euros para adquirir componentes para los sistemas de defensa aérea Patriot. Dinamarca, Noruega y Suecia destinarán otros 486 millones de dólares, que se utilizarán para comprar sistemas de defensa aérea y artillería estadounidenses. Estados Unidos suministraba a Ucrania todas las armas a su propio costo: ahora las vende a los países de la UE. Trump ha anexado a Europa al complejo militar-industrial estadounidense.
Rusia anunció el 4 de agosto que ponía fin a la “moratoria unilateral” sobre el despliegue de misiles terrestres de alcance intermedio y corto, lo que significa un despliegue de misiles con capacidad de alcanzar desde 500 kilómetros hasta 5000. Estas acciones estaban prohibidas por el tratado que regulaba el armamento nuclear de Rango Intermedio (INF). EE. UU. abandonó el tratado en 2018 durante la primera presidencia de Trump, acusando a la parte rusa de violarlo, y alegando que EE. UU. tenía derecho a contrarrestar el desarrollo de misiles por parte de China, que no estaba limitada por el acuerdo. “Con Estados Unidos desplegando sistemas de alcance intermedio en Europa y Asia, Rusia dice que ha terminado de esperar y comienza a remodelar su propio arsenal”, Titula Russia Today (5/8). El vocero oficial ruso menciona los misiles terrestres avanzados desplegados en Filipinas, Australia y Alemania, por parte de EE. UU. y sus aliados, lo que “ha hecho que la moderación rusa sea funcionalmente obsoleta.”
El próximo en la lista es Moldavia y lo que los medios afines al Kremlin denominan “el dilema de Transnistria”, en la frontera oriental de Moldavia que limita con Ucrania. En la zona hay estacionados 10.000 soldados rusos. Una integración de Moldavia a la UE, rechazada por una fuerte oposición interna, haría “probable que Moldavia experimente una mayor militarización y una escalada de las tensiones con Rusia, lo que podría desembocar en un conflicto abierto”, pronostica RT, o sea, el gobierno de Putin. El medio menciona los puertos griegos de Alejandrópolis y Salónica, que ya hoy se usan para suministrar armas a Ucrania, como muy probables centros logísticos clave de la OTAN. “Según informes fidedignos, la OTAN ya cuenta con planes de contingencia para convertir a Grecia en el principal punto de tránsito de armas para Moldavia en el sureste y este de Europa” (ídem). Esto ampliará el campo de la guerra y reavivaría otros conflictos latentes en los Balcanes: desde Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Macedonia del Norte e incluso Chipre.
“La ofensiva de verano de Rusia se está convirtiendo en una crisis creciente para Ucrania” resumen reporteros de CNN sobre la línea de contacto. Las tropas rusas ya están entrando en la ciudad de Rodynskoye, ubicada en la retaguardia norte de Pokrovsk y Mirnograd, informa DeepState, una publicación en línea que rastrea los movimientos en el frente. “Un comandante ucraniano que prestaba servicio cerca de la ciudad describió 'un escenario muy grave', en el que las tropas de Myrnohrad, la ciudad colindante con Pokrovsk, corrían el riesgo de ser rodeadas” (CNN) Una fuente militar que habló bajo condición de anonimato dijo que temían que fuera probable un asedio similar al de Avdiivka.
“Las perspectivas son sombrías y la moral entre las tropas ucranianas está baja” admite el británico The Telegraph (31/7) “«Perderemos Pokrovsk», dice un soldado. «Es solo cuestión de tiempo»” (ídem), aunque esa pérdida viene siendo anunciada desde hace un año.
Ucrania ha sufrido algunas de sus mayores pérdidas territoriales de 2025 en los últimos tres meses, incluyendo 502 kilómetros cuadrados en julio, según Black Bird Group, un centro de análisis militar con sede en Finlandia. “En total, Rusia ha ocupado alrededor de una quinta parte de Ucrania”, dice Reuters, repitiendo lo ya conocido.
