Vivir en la calle: año a año crece el número de personas sin techo en CABA

Escribe Valentina Viglieca

Tiempo de lectura: 3 minutos

Entre mayo de 2024 y mayo de 2025, casi un cuarenta por ciento más de personas viven en la calle. En su mayoría son hombres entre 19 y 59 años, el censo del Instituto de Estadísticas y Censos porteño muestra que entre los más de 4.500 “sin techo” había personas que la semana anterior habían trabajado haciendo changas o eran adultos que cobran jubilaciones, pensiones, o algún plan del mismo gobierno. Los indigentes que no pueden pagar una habitación de hotel son trabajadores que sufren las consecuencias del permanente aumento de alquileres, tarifas y alimentos.

El censo se llevó a cabo durante 24 horas repartidas en dos días, 18 horas un día y seis el otro. El relevamiento de un aumento del 37,6% respecto de mayo 24 con un salto interanual de 3.286 a 4.522 personas viviendo en Centros de Inclusión Social, veredas y bajo la autopista. El aumento es un logro exclusivo del gobierno de Javier Milei que se jacta de reducir la pobreza y la inflación, pero lo que redujo es el empleo y la comida en los comedores populares.

El 65 por ciento de las personas relevadas estaba en un Centro de Inclusión, dado que el censo se realizó en mayo y eran los días más fríos del año, muchos prefieren ir recibir comida y acceder a baños que estar en la calle, aunque esto signifique separar al grupo familiar. Entre los censados en los centros el 74,1 eran varones y el 25,8% mujeres, sólo el 15 por ciento eran menores de 15 años. En la calle el 80,1 % de los censados eran varones y el 12,9 % mujeres, del 7 por ciento restante no se puedo definir el sexo.

En la calle las personas duermen en zaguanes, parques, cajeros automáticos o aprovechan el techo que generan las autopistas. La encuesta realizada también pregunta sobre lugar de origen y situación laboral. Más del 30 por ciento de los que durmieron en el centro o en la calle eran porteños de nacimiento. Entre los del centro de asistencia el 52,4% había nacido en otra provincia y casi un 11 eran extranjeros. Entre los que durmieron en la calle el 34,9 % había nacido en CABA, el 36,1 % en la Provincia de Buenos Aires, de otras provincias un 20 % y extranjeros un 6,8 por ciento. De esa misma gente casi un 30 % había vivido en la Ciudad desde que nació, casi el 60 estaba desde hace un año o más y únicamente el 10 por ciento había llegado en el último año.

¿Trabajadores desocupados?

De la totalidad de los censados mayores de 10 años de edad que contestaron la encuesta, un 64,8 había realizado alguna actividad remunerada: changas 40,9, cartoneros 40,7, pedido de dinero 28,6. Los restantes a ese casi 65 % recibieron dinero sin trabajar por ser beneficiarios del programa de Ciudadanía Porteña, jubilaciones o pensiones. Todos planes que no alcanzan a la canasta de indigencia que, como es sabido no contempla la vivienda (en julio 25 una persona sola de 25 años con vivienda necesitó 435 mil pesos mensuales para no ser indigente, la cifra supera los 600 mil para el caso de dos jubilados con vivienda). Nadie debería sorprenderse de que tengan que dormir en la calle cada vez más “beneficiarios”.

Es a esta población a la que, a principios de agosto, el gobierno de la Ciudad amenazó con multas de hasta tres veces una jubilación mínima. El texto difundido por redes sociales advertía que se le aplicaría el artículo 94 del Código Contravencional por el cual se multaría con montos de 59.211 a 889.627 mil pesos a “Quien mancha o ensucia por cualquier medio bienes de propiedad pública o privada”. La canallada macrista busca competir con Milei. Para terminar con los gobiernos del FMI y el desprecio por los y las trabajadoras necesitamos organizarnos en los lugares de trabajo, de estudio y en las barriadas y, como los jubilados, enfrentar con lucha y en las calles los ataques sistemáticos a la clase obrera.

Revista EDM