Jubilados: un reclamo que no cesará

Escribe Sara Daneri

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Ayer, miércoles 20 de agosto, nuevamente los jubilados junto con el colectivo de discapacidad teníamos por delante, con movilización y presencia en la calle, voltear los vetos del liberticida de Milei.

En nuestro caso, enfrentábamos por segunda vez el veto de Milei, quien no encuentra otra fórmula para su ficticio equilibrio fiscal que, ajustar a jubilados, destruir los salarios de los trabajadores de la educación, salud, ciencia e industria.

Pero ¿qué había vetado?

Tres leyes que otorgaban un miserable aumento de las jubilaciones del 7,2%, suba en el bono a los haberes de la mínima en $40.000 y la extensión de la moratoria por dos años.

Vayamos por partes. Este aumento del 7,2% tiene como antecedente el veto en 2024 que elevaba el haber jubilatorio y modificaba la fórmula del cálculo que concluyó con un asado a cargo del liberticida que gobierna a los “87 héroes” diputados, que cambiaron su voto a favor de su política de hambre.

La suba de un bono vergonzoso que cobran los jubilados de la mínima y que no aumenta desde marzo de 2024, bono que es la más clara evidencia de la vileza de lo que cobran los estos jubilados que son la mayoría.

La moratoria finalizada en marzo de este año como única opción jubilatoria para los trabajadores que no alcanzaron sus 30 años de aportes, producto de la canallesca evasión patronal, de despidos, suspensiones y trabajo precario, condena a nueve de 10 mujeres y siete de 10 hombres a acceder apenas al 80% de una jubilación mínima.

En contra del veto otra vez estábamos en la calle. La actividad comenzó con una radio abierta a cargo de las organizaciones de discapacidad y continuó con los jubilados en cuyo espacio no sólo participaron las agrupaciones sino también sectores de trabajadores activos que se encuentran en lucha. Como siempre pese a los reclamos, exigencias y llamados, las eternas ausentes fueron las centrales obreras -CGT y CTA- cuya sordera, semana a semana, va en aumento.

Mientras tanto, en la Cámara de Diputados, entre chicanas, se daba inicio al tratamiento de los vergonzosos vetos, que no son más que el ataque a mansalva de los derechos de los sectores más vulnerados por este gobierno criminal.

El resultado ya es conocido, así como lo son los diputados que avalaron el veto y los cómplices con este gobierno cripto-estafador-financiero que se abstuvieron o se ausentaron.

Es obvio que los aumentos del 7,2% y del bono y la moratoria huelen a campaña electoral, más que su efecto en nuestras flacas billeteras, pero de esta forma el Congreso había lavado su cara y su deuda con nosotros, destinatarios de tantos palos, golpes, gases y lesionados. Sin embargo, por la “obediencia debida” de estos secuaces no se alcanzó.

Los reclamos no cesarán, sabemos a quienes responde este Congreso y que intereses preserva por sobre todo derecho adquirido y garantizado. Es tiempo de poner fin al siniestro ataque salarial a trabajadores y jubilados y a la cobarde represión.

Vamos por las autoconvocatorias, asambleas de base y plenarios. Solo la independencia política de todos los sectores patronales y la unificación de las luchas del movimiento obrero, jubilados, estudiantil y desocupados impulsará y organizará un paro general para golpear el bolsillo de los capitalistas hasta alcanzar nuestras reivindicaciones.

Por el 82% móvil de la canasta familiar para la jubilación mínima, hoy en $2.500.000, aumento de emergencia de $1.000.000. PAMI y ANSES en mano de trabajadores y jubilados. Medicamentos sin cargo. No al pago del FMI con nuestros haberes. Basta de represión por reclamar. Seguimos en Congreso todos los miércoles a las 15 hs.

Revista EDM