La visita de Villarruel a FATE, el Partido Obrero y la dirección del SUTNA

Escribe Julio Gudiño

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La prensa del Partido Obrero informa que Victoria Villarruel se topó en su visita a la fábrica FATE -el pasado 2 de septiembre´Día de la Industria´- con un “recibimiento de rechazo por parte del sindicato (SUTNA)”. No es exactamente lo que ocurrió.

La Lista Negra que dirige el SUTNA presentó una declaración política, que no fue ni discutida ni votada previamente en una asamblea de fábrica, que Alejandro Crespo, Secretario General del SUTNA, pudo entregar a Villarruel, en mano, a pesar -dice el aparato- del “mega operativo de seguridad de decenas de guardias”. Pero en ningún momento repudió al anfitrión -la patronal de FATE- que invitó a la vicepresidenta, que es una apologista de los crímenes de la dictadura. El enemigo está en la fábrica, no solamente en la Casa Rosada.

En el documento de marras, se denuncia a Villarruel como una “defensora de los militares genocidas y del terrorismo de Estado” y se rechaza la “política económica” del gobierno Milei-Villarruel. Con la “Ley Bases” empoderaron a “las patronales de todas las ramas industriales” para que despidan a mansalva y arrasen con el derecho laboral y el salario. Las patronales son convertidas en una suerte de tercera parte –despiden y precarizan por orden del Estado. Villarruel no se alteró por la denuncia, y convocó (al SUTNA y a Crespo) a, “más allá de las diferencias ideológicas”, a trabajar por la “unidad nacional” para sacar al país adelante.

Para el cronista del Partido Obrero, el documento político de la Negra tiene un valor estratégico, sin reparar que a la ultraderecha que reivindica a la dictadura, no se la desafía ni se la enfrenta con “documentos estratégicos”. La denuncia del texto al ´patrón nacional´ por mudar las inversiones a otros rubros del holding en detrimento de los trabajadores de FATE, es estratégicamente nacionalista, no una crítica obrera ni socialista. Los obreros de FATE no fueron llamados a repudiar a Madanes por invitar a la vicepresidenta.

Es que la invitación de Madanes a la vicepresidenta no es ceremonial. La amiga de Jorge Rafael Videla representa, potencialmente, un punto de reagrupamiento de la burguesía nacional que busca construir una alternativa política al derrumbe del gobierno de Milei, cuando éste camina por la cornisa de las crisis financieras y políticas. La provocación de Madanes debía ser repudiada, pues contiene un mensaje represivo y antiobrero muy elocuente. El SUTNA se perdió la oportunidad de hacerlo mediante un paro de actividades.

En la declaración política el SUTNA rechaza la “política del gobierno” de Milei-Villarruel, poniendo el foco en las “importaciones indiscriminadas”, punto con el que coincide Madanes y un arco variopinto de la burguesía nacional que reclama un control de cambios y aranceles, y la devaluación del peso, o sea del “trabajo argentino”. La discriminación de la clase obrera por nacionalidades, encima en un país de inmigrantes limítrofes, es “estratégicamente” inadmisible.

Revista EDM